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Molina aclaró que “una cosa es la calidad del agua en la Laguna y otra cosa es la calidad del agua potable, que es responsabilidad de OSE. La responsabilidad de la Intendencia es mantener y mejorar las condiciones que tiene la calidad del agua en la Laguna”.

“Hemos venido trabajando en toda la cuenca de la Laguna. Se establecieron medidas cautelares, que la población conoce, y tienen que ver con establecer una faja de seguridad de 150 metros con respecto al cuerpo de agua y de 40 metros para los tributarios principales, como el arroyo Pan de Azúcar y del Sauce. Y de 20 metros para los tributarios secundarios”.

Dijo que en esa faja de protección “no se puede hacer ninguna intervención… Ni movimiento de suelos, ni obras y tampoco la aplicación de agrotóxicos”.

Señaló que estas medidas, propuesta por la IDM y aprobadas por la Junta Departamental, “tienen por objetivo mantener la situación actual de la Laguna”, lo que no permite quitar la cantidad de fósforo que hay en el fondo. “Lo que estamos haciendo es evitar que aumente la cantidad de nutrientes en la Laguna, para minimizar los eventos de crecimientos algales” que provocaron “los eventos de olor y sabor” en el agua potable en Maldonado, explicó.

“También estamos trabajando en un plan de ordenamiento territorial que tendrá que considerar algunas de las actividades que se vienen desarrollando en la cuenca… Por ejemplo, en los últimos años aumentó la plantación se soja, se establecieron cultivos de olivares y viñedos, que ante son estaban, se instaló algún tambo importante… Creemos que todas esas actividades son compatibles con la calidad del agua de la Laguna, siempre y cuando se hagan en determinadas condiciones, controladas. Y un poco la apuesta de la Intendencia es a eso”, afirmó.

Destacó que hay que prever que los emprendimientos productivos o urbanísticos que se instalen en el territorio aún libre cercano a la Laguna en los próximos años “no impacte en la calidad de agua”.

Agregó que se apuesta a “un control social” de la calidad del agua, con el aporte de los propios vecinos de la zona. Por ejemplo, señaló que se le pide a la gente que vive en la zona que corte pero no arranque los juncos, porque estos cumplen una función de “filtro”, que evita la llegada de algunos productos contaminantes a las aguas.

Molina destacó que en este mes de junio, declarado Mes del Medio Ambiente, se están dando charlas de divulgación en todo el departamento, en el marco de una variada labor de divulgación que incluyó a escolares. La actividad se cerrará el jueves con un acto en la propia sede de la IDM.