VIOLENCIA...Miles de venezolanos salieron a manifestarse en todo el país contra el gobierno de Nicolás Maduro, en una oleada de protestas convocadas por una oposición que después de meses de perfil bajo retomó las calles para frenar la deriva autoritaria del chavismo.
El paso de los adversarios de Maduro fue bloqueado a pocas cuadras del comienzo de la marcha por las fuerzas de seguridad, que lanzaron agua y gases lacrimógenos en todas las avenidas que tomaron los grupos para llegar al centro de Caracas. También se ordenó el cierre de por lo menos 16 estaciones de subte.
El líder opositor Henrique Capriles, perseguido por la administración chavista, fue quien anunció que la marcha de Caracas tendría como destino la sede de la Defensoría del Pueblo, donde plantearían sus reclamos institucionales, aunque no lograron llegar a destino al tener cortado los pasos por las fuerzas de seguridad.
"El gobierno eligió el camino de la dictadura, dieron un autogolpe y el autogolpe sigue. Solo quiero decirle al pueblo venezolano: ¡Vamos a la Defensoría! ¡Viva Venezuela!", gritó Capriles al comenzar la marcha.
Horas más tarde, Capriles tuvo que desalojar una oficina de su comando político en el sudeste de la ciudad por un incendio provocado por una bomba lacrimógena. Capriles calificó ese incidente como un ataque. "¿Cuál es la orden Maduro? ¿Matarnos? Si algo pasa ya saben quién es el responsable y saben lo que tienen que hacer", escribió el dirigente en su cuenta de Twitter.
La figura de Capriles recibió el respaldo de la opinión pública tras haber sido vedado de tomar parte en las elecciones presidenciales del año próximo por una argucia administrativa del chavismo, que lo acusa de irregularidades en el manejo de fondos como gobernador de Miranda.
Capriles fue inhabilitado para el ejercicio de cargos públicos por un plazo de 15 años. Lo mismo que sufrió en su momento Leopoldo López, otro líder opositor de alto perfil que más tarde fue detenido y que es la figura más emblemática de la extensa lista de presos políticos.
Las manifestaciones sumaron así otra causa al catálogo de agravios sufridos a manos del chavismo que intentan revertir. Exigen elecciones presidenciales, la liberación de los presos políticos, el funcionamiento pleno de la Asamblea Nacional -de mayoría opositora- y la vuelta atrás en la restricción a Capriles.
El alcalde del municipio caraqueño de Sucre, Carlos Ocariz, reiteró la necesidad de que se celebren elecciones como una manera de solucionar la crisis económica y social. "Nuestro pedido ha sido muy claro, lo hicimos de manera transparente: organización de elecciones que están establecidas de manera pacífica", exigió.
La oposición denuncia que Maduro perpetró un autogolpe cuando la semana pasada el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), controlado por el chavismo, emitió dos sentencias con las que se adjudicó las funciones legislativas que le corresponden al Parlamento, de mayoría opositora.
Las sentencias generaron una fuerte polémica por la "ruptura del orden democrático", según la denuncia más difundida. Forzado por la presión internacional y por fisuras internas, el TSJ retiró las sentencias, pero mantuvo fuera de juego al Parlamento, al que no reconoce ni su legislación ni sus resoluciones.
"El gobierno tiene miedo. Si no tenés miedo, no tenés por qué cerrar la calle, ni por qué amedrentar, ni inhabilitar a Capriles sin tener razones", afirmó ayer Gikeissy Díaz, una abogada de 27 años, durante la manifestación en Caracas.
A su lado, otros manifestantes ondeaban banderas y carteles que decían "No más dictadura", un mensaje repetido en las otras manifestaciones en el resto del país. "La meta es resistir", dijo el diputado opositor Freddy Guevara. "Van a seguir las protestas de calle y tienen que aumentar cada día."