QUISIERON PERO NO PUDIERON.
En un comunicado el Ministerio de Seguridad Estatal de Corea del Norte acusó a la CIA y servicios de inteligencia surcoreanos, de elaborar un plan para matar a su líder, Kim Jong-un. La información afirma que a través de una red de sobornos, los servicios de inteligencia habrían armado infiltrado para elaborar los preparativos para asesinar al líder mediante el uso de armas químicas.
El objetivo era asesinar Kim durante los actos que se realizaron en marzo en el Palacio del Sol de Kumsusan (donde están embalsamados su abuelo y su padre, Kim Il-sung y Kim Jong-il, respectivamente) y en el desfile militar.
El método para darle muerte incluía sustancias radioactivas y nanovenenos, que dilatarían el fallecimiento entre seis a doce meses para evitar sospechas.