Gerardo Pérez (El País)
Gerardo Pérez (El País)

UN SUEÑO HECHO REALIDAD...Franco, el niño de 12 años que recibió un disparo en el pecho frente a la Plaza Casavalle el pasado 14 de marzo, fue un invitado de honor en el estadio el Campeón del Siglo antes del partido contra Danubio. Con la camiseta aurinegra firmada por varios jugadores, salió emocionado a la cancha para acompañar al plantel minutos antes de que comenzara el juego.

Franco entró de la mano del defensa Ramón "Cachila" Arias y luego se sacó varias fotos junto al presidente del club, Jorge Barrera, encargado de invitarlo al partido.

Hace unos jornadas fue dado de alta tras diez días de internación y volvió a su casa ubicada en Tres Ombúes. La bala, producto de un enfrentamiento entre bandas rivales, quedó alojada en el hombro y permanecerá allí.

El niño sorprendió a los adultos que lo rodean al explicarles que perdonaba a quien tiró del gatillo porque el disparo no era para él.

Su madre, Rossana Larzábal, contó a El País que cuando llegaron al barrio lo esperaban sus vecinos y amigos más cercano con una torta y cartitas. “Yo estoy muy feliz, porque él esta bien”, afirmó.

Ayer el niño tuvo su primer control en el centro asistencial del Cerro. Los médicos tratantes son optimistas pero no tienen claro cuándo el niño podrá volver a la escuela o tener una dieta normal, explicó la madre.

“Yo tengo mucho miedo todavía, me dice que le duele el pecho y no sé qué hacer. Si le pasa algo tengo que pedirle a un vecino para que me ayude a llevarlo. Ahora le ordenaron reposo, no puede hacer nada que lo agite. Esto puede durar siete meses, un año o toda la vida”, dijo Rossana.

La familia de Franco es grande. Tiene seis hermanos y la pareja de su madre tiene nueve hijos. Los dos integrantes de la pareja tienen trabajo pero no pasan por el mejor momento.

Cuando ocurrió el incidente, Rossana estaba trabajando.

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