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EL DUEÑO DE LA PLAYA. La presencia de Antonio Iannini, italiano de 64 años, capta la atención de grandes y chicos. Hace unos quince días llegó desde las playas de Copacabana a Punta del Este, para realizar una escultura de arena gigante en la parada 1 de la Playa Mansa. Él dice que en pocos lugares ha encontrado tan buena acogida de los locatarios y tanto respeto a su trabajo, al punto que a veces se siente “dueño de la playa”. Sin embargo, no la está pasando bien. Iannini logró, por intermedio de una vecina, logró el aporte un almuerzo diario a cambio del atractivo arte que regala a todos. Sin embargo, tiene que pagar un guardia que custodie su obra durante la tarde y noche para evitar cualquier ataque vandálico y además costear su alojamiento, en el hotel Península. Por estas horas, intenta contactarse con autoridades o con algún locatario que pueda aliviarlo en alguno de estos gastos, como suele ocurrirle en cada ciudad que visita. El napolitano no ocupa mucho lugar. Según contó, lo acompañan en sus viajes una mochila, herramientas de mano para tallar en la arena y una pala que compró hace doce años en Australia, a la cual le quita el mango de madera y lo deja en cada país que despide para que no ocupe demasiado espacio en sus pertenencias. Su sueño es coordinar con el alcalde Martín Laventure para el año que viene y lograr hacer una escultura de arena gigante, como las que ha realizado en Australia, Hawai, Isla Margarita, Copacabana y Camboriú, emplazando su lugar de trabajo muy cercano a "Los Dedos" de la brava, ya que ahí “la arena es mejor”.