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En principio, Abásolo aclaró que el suministro de combustible en la región Este “es normal” y explicó que, si faltó en algunas estaciones, obedeció exclusivamente a problemas puntuales y propios que enfrentan algunos empresarios.

“No sé cuál era el inconveniente, pero no era un problema de la distribución ni nada de eso. Por suerte, la distribución de combustible es normal”, destacó.

TARJETAS DE CRÉDITO

Por otra parte, se refirió al problema planteado entre los comerciantes y los emisores de las tarjetas de crédito y de débito.

Tras aclarar que hablaba de título personal, dijo que “la inclusión financiera se está dando 'a prepo’ por parte del gobierno. El país y los seres humanos que vivimos aquí no estamos preparados. Y no estoy negando las bondades que pueda o no tener. Lo que dijo es que es una ley que la gente no la asimila”, afirmó.

Destacó que, en el caso de los vendedores de nafta, “desde el 1° de enero nos bajaron los haberes, la utilidades. Y nos exigen, además, que tengamos el servicio de tarjetas para todo el mundo”.

Agregó que “la tarjeta es muy cara”, salvo Créditos Directos, “que no nos cobra y por eso la aceptamos… Y nos parece hasta ridículo que quien vaya a hacer una venta deba costear el crédito de esa venta. El crédito lo tiene que manejar el comprador”, aunque “las autoridades del momento nos están escuchando”.

“Si seguimos en esa situación, el sistema de las estaciones de servicio va a tener una crisis tremenda, económica, financiera, laboral, empresarial. Los costos no dan”, afirmó.

También se preguntó “quién tiene que pagar la diferencia entre el precio de factura y el precio que recibe el vendedor”, ya que se maneja el ejemplo de una venta por tarjeta que realizó un comerciante por 592 pesos un producto y cobró 508. “A mí se me ocurre que es quien pide el crédito, Porque si se le hubiera dado los billetes, el hombre se mete los 592 pesos en el bolsillo y después sale a hacer sus negocios”, comentó.

“Sin diálogo no se puede ir a ningún lado. Y acá está faltando el diálogo”, subrayó.

SISTEMA FINANCIERO “ESPANTOSO”

“¿Cómo me vas a decir a mí que una ciudad como San Carlos va a tener un solo banco? Esta situación, de una banca que no ofrece servicios a la población, es lo que va a trayendo de la mano, todo lo que estamos viviendo, del escándalo que se armó” por el cierre de Cambio Nelson, señaló.

“Quienes manejaban esta casa de cambio descubrieron que había un vacío y ofrecieron un servicio. ¿Por quién es el responsable? ¿La gente del cambio, que desaparece por su mala gestión, o lo que está fallando es el sistema?”, inquirió.

El empresario señaló, como ejemplo, que el Scotiabank, en lugar de haber abierto una corresponsalía en San Carlos en lugar de la sucursal que tenía el Banco Comercial, cierra ahora su sucursal en Maldonado.

Destacó que “el servicio de la banca es espantoso. Trabaja cuatro horas al día, cinco días a la semana, está lleno de feriados… Los días de mayor trabajo comercial en el mundo son el 24 y el 31 de diciembre y ese día tenemos solo dos horas de bancos. Entonces, hay una cantidad de actividades que alguien las tiene que cubrir”, sostuvo.

Consideró que “la escribana Susana Hernández dice, con toda razón, que no tiene los elementos de seguridad en su casa para guardar el dinero de su trabajo. Tiene que ir al banco… pero sí son más de la 5 de la tarde, ¿dónde va a dejar la plata? Y como era cliente de Cambio Nelson por otros temas. Dejó la plata ahí. Alguien tiene que hacerse cargo de eso. Y la banca en el Uruguay no nos ofrece ningún tipo de servicio”, sentenció.

“La banca se achica cada vez más”, remarcó. “Entonces aparece algún Cambio que dice: yo te doy el servicio. Y yo no estoy defendiendo al Cambio. La banca no nos ofrece servicios a los que trabajamos en este país”, precisó.

NADIE SE HACE CARGO

El empresario dijo que, de este asunto, no se hace cargo el gobierno, ni tampoco la oposición, ni AEBU. “Acá la gran damnificada es la población”, agregó.

“Yo no estoy negando los posibles beneficios que pudiera tener la ley de inclusión financiera. Me opongo en forma diametral a la manera en que aparece esta ley, que es obligatoria” cuando debería “ser opcional”, y más con un “servicio malo” que ofrece la banca, consideró.

“Y en eso es en lo que hay que estar en contra... Se está haciendo un movimiento para hacer un referéndum en contra de la inclusión financiera… Creo que si se logra hacer, van a ver la paliza que va a ser. Porque la mayoría de la gente no está de acuerdo con ir al banco a pedir permiso para manejar su dinero”, afirmó.