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Tres personas se sumaron en la tarde de este miércoles a la decena que ya había sido procesada por la justicia, tras ser detenidos en el marco de la Operación Salsipuedes.

Esta tarde fue a prisión Silvana Gatica por asistencia al narcotráfico y el mismo destino tendrán Gilberto Pérez, alias “el artesano” y Marcos Sebastián Castro Páez, quien estaba recluido en Las Rosas, por un delito de negociación de estupefacientes.


La banda era comandada por un recluso de Montevideo, Walter García, alias “el Cacique”. El apodo del cabecilla dio nombre a la operación policial, que refiere a la matanza de los charrúas en la batalla de 1831.

LA INVESTIGACIÓN

La Brigada Antidrogas de Maldonado realizaba desde el año pasado el seguimiento de la actividad de un hombre que se dedicaba a comercializar estupefacientes en el departamento, según las evidencias que se acumularon.

La investigación no fue completada, cerrada, por cuanto de los datos que se fueron recogiendo surgieron pistas que señalaban que el hombre objeto de atención de la brigada era sólo un pequeño engranaje de una organización compleja.

Se estableció que la cabeza de la organización estaba en Montevideo. Se trata de un preso que cumple condena en una de las cárceles de la capital, la que no fue identificada por la información oficial divulgada referida al caso.

Los investigadores encontraron evidencias de que el jefe del grupo operaba a través de su hijo, al que había comisionado de organizar la recepción de la droga, su almacenado, distribución, el cobro de las operaciones pactadas, y el manejo del dinero.

La Brigada Antinarcóticos de Maldonado tuvo señales de que distintos personajes de la organización ya actuaban de forma discreta en Maldonado.

Como respuesta a esa información se decidió montar una vigilancia de varios días en la terminal de ómnibus de Maldonado. Estaban esperando la llegada o salida de algunas de las personas que se las tenía como comprometidas con la organización.

Una mujer, como tantas otras, bajó de uno de los ómnibus interdepartamentales que llegaban de Montevideo el domingo 18 de enero. Los efectivos que actuaban vestidos de civiles en la terminal, detuvieron a la mujer.

Se la condujo a la comisaría donde se la identificó como C.T.D. (iniciales de nombre y apellidos), de 20 años de edad, carente absolutamente de antecedentes delictivos.

En el interior de una mochila que llevaba en el momento de la detención y que le fue incautada, se encontró 16 envoltorios de nylon blanco con pasta base de cocaína, la que arrojó un peso de 398 gramos.

También se incautó del bolso dos pasajes interdepartamentales, un chip para teléfono celular, y un celular BluSens.

La detención de C.T.D. fue informada, con todos los antecedentes, a la sede de Penal 4º turno. La juez a cargo se pronunció en las últimas horas disponiendo el procesamiento de C.T.D. al encontrarla autora de un delito de transporte de estupefacientes.

La magistrado ordenó que la acusada fuera internada de inmediato a cumplir con prisión preventiva, la que se extenderá, al menos, hasta que la actual instancia del proceso sea completada.

LA ORGA EN MALDONADO

Inmediatamente al procesamiento de C.T.D., los pasos de la investigación en Maldonado debieron ser acelerados porque seguramente habían encendido la alarma al interior de la organización en el departamento.

Se procedió inmediatamente a la detención de otras seis personas mayores de edad, más una menor. Los investigadores habían reunido evidencias suficientes de que esos detenidos estaban bien implicados en el desempeño de la organización clandestina en Maldonado.

Además de los detenidos, lo que implica cortarles la libertad ambulatoria a los sospechosos, se procedió a aislar a dos presos que cumplen condenas en la cárcel de Las Rosas, los que se probó que estaban fuertemente implicados en la organización narco.

La juez de Penal 4º turno convalidó la hipótesis elaborada por los investigadores al disponer de inmediato un nuevo procesamiento para Walter Antonio García y de Ricardo Pérez Rodríguez, ambos con antecedentes y purgando condenas por otros delitos, como autores del delito de negociación en infracción a la ley de estupefacientes.

La magistrado también procesó a P.O., W.G., B.S., y N.O. (todas iniciales de primer nombre y apellido), carentes de antecedentes penales, como autores de un delito de asistencia a quienes violan la ley de estupefacientes. Estos cuatro procesados fueron enviado a cumplir con la prisión preventiva de inmediato.

Además, procesó a C.F. y F.M. (iniciales de primer nombre y apellido), ambas sin antecedentes penales, como autoras de un delito de asistencia a personas que violaron la ley de estupefacientes. Se dispuso que las dos mujeres deberán guardar arresto domiciliario total por los próximos 120 días (cuatro meses, aproximadamente).

Finalmente, la juez también convalidó la detención de la menor vinculada al caso, al decidir iniciarle proceso como adolescente infractora (equivale al procesamiento en los mayores), como autora de un delito de asistencia a personas u organización que viola le ley de estupefacientes.

La jovencita fue internada en dependencias del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay, INAU, en Montevideo, durante los próximos 60 días.