Jorge Eduardo Olivera González, de 26 años y poseedor de antecedentes penales, fue imputado por la comisión de un delito de hurto. Había sido detenido en calle Simón del Pino, cuando se desplazaba de forma sospechosa, según la policía.
Al intervenirlo se le incautó una bolsa con dos baterías y poco después el dueño de un comercio de Avenida Aiguá concretó una denuncia ante el faltante de esos elementos de su camión.
La justicia lo envió a prisión.