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Si bien la exposición de Cardoso partió de las necesidades que enfrentan las más de 500 familias que viven y penan en barrio Kennedy, con cuyos representantes mantuvo una reunión, en el fondo describió cómo actúa la política de asentamientos que desarrolla la intendencia desnudando sus carencias, imprevisiones, y cómo agrava una situación ya compleja.

El legislador terminó su exposición en Diputados realizando un angustioso llamado por que la intendencia autorice a la unidad de gestión desconcentrada, UGD, de Obras Sanitarias del Estado, OSE, a llevar el agua potable y corriente a las 500 familias del barrio Kennedy.

DESCRIPCIÓN DE UNA POLÍTICA

Cardoso, que subrayó su condición de conocedor de esa realidad por ser oriundo de la zona, dio cuenta de la reunión que mantuvo hace uno días con los representantes de las 500 familias de barrio Kennedy en la que se le planteó la necesidad de resolver tres temas que agravan el esfuerzo por supervivencia en ese lugar: tener acceso a agua potable, a saneamiento, y a un sistema de alumbrado eléctrico.

“Al ser oriundos de la zona comprobamos fehacientemente la complejidad de la problemática de los asentamientos irregulares en las ciudades de Maldonado y Punta del Este”, prologó.

Afirmó que en el caso del barrio Kennedy “se trata de uno de los más antiguos (asentamientos) con varias decenas de años instalado sobre tierras municipales”.

Describió un círculo vicioso al que induce la política del actual gobierno departamental intentando erradicar esas situaciones irregulares con el traslado de “varias familias a nuevas viviendas” ubicas en otras zonas, lo que generó que “las moradas desalojadas fueron casi inmediatamente ocupadas por nuevos asentados”.

Observó que para evitar esa situación la intendencia resolvió demoler las viviendas que quedaban vacías, pero dejó los escombros y desechos en el mismo lugar, lo que profundizó el deterioro visual y medio ambiental del barrio Kennedy.

SE AGREGÓ INCERTIDUMBRE

Cardoso razonó que esta política que describió puso a los habitantes del barrio Kennedy “en una etapa en la que no se sabe a ciencia cierta cuanto tiempo llevará su erradicación total”.

“Mientras tanto su población (tiene) cada vez más problemas de ratas por la cantidad de escombros y aguas servidas recorriendo las calles”, afirmó.

Agregó que tienen enormes dificultades para acceder al “suministro de agua potable que es extremadamente insuficiente por la escasa presión que reciben, teniendo que esperar horas para juntar tan solo un balde de agua”.

Expuso que la UGD Maldonado de OSE informó a los vecinos que está en condiciones de mejorar el servicio, pero al tratarse de tierras propiedad de la intendencia solo con su autorización se podría llevar adelante la tarea de suministrar agua potable corriente suficiente.

“Somos conscientes de las dificultades que se enfrentan para tratar de solucionar esta problemática fruto del explosivo crecimiento demográfico de nuestro departamento”, afirmó Cardoso, poniendo otro aspecto que presiona sobre la adopción de políticas eficientes para esas realidades.

En función de ello apeló “a la comprensión del gobierno departamental para que mientras tanto, autorice a la UGD Maldonado a realizar el mejoramiento necesario en el abastecimiento del agua a los habitantes mientras se implementan las futuras etapas de la erradicación de dicha ocupación ilegal de tierras municipales”.