Una denuncia de robo de cosas viejas de un comercio de La Barra, ofreció la punta de una madeja que terminó de desenrollarse con el procesamiento del propietario de un comercio de antigüedades por hurto.
Un vecino de La Barra se allegó a la comisaría para formular una denuncia. Dijo que habían intentado llevarse de su comercio unos tachos de Coca-Cola, de los que se usan para enfriar la bebida con hielo, chapas de la misma bebida, y una damajuana vieja.
Si a los policías llamó la atención lo que se estaba denunciando como robado, más se sorprendieron cuando supieron que las cosas no habían sido llevadas, sino que aparecieron en la vereda del local comercial.
Los policías iniciaron una investigación a partir de datos que señalaban a un hombre como sospechoso. Fueron a buscarlo a su casa, pero no estaba.
Un rato más tarde el hombre se presentó en la comisaría. Dijo que sabía que lo estaban buscando y quería aclarar todo.
Admitió que había sacado los elementos viejos de la marca cola y que los había vendido a una casa de antigüedades ubicada en Aparicio Saravia. Que le habían pagado 2.200 pesos por ellos.
Los policías fueron a buscar a los propietarios de la casa de antigüedades. Era una pareja relativamente joven. Les llevaron detenidos a la comisaría.
El hombre de la pareja fue identificado como N.P.S., de 24 años de edad, carente de antecedentes penales.
Interrogados admitieron tener responsabilidad en lo ocurrido. Se informó a Penal de 10º turno los detalles del caso. La juez a cargo dispuso en las últimas horas el procesamiento de N.P.S. como autor de un delito de hurto.
La magistrado consideró la condición de primario del acusado y no le obligó a cumplir con la prisión preventiva mientras el proceso actual se completa, pero le hizo firmar una caución juratoria por la que se comprometió quedar a disposición de la sede Penal, bajo apercibimiento de que el incumplimiento significa incurrir en desacato.