Quienes participan de los procesos de descentralización desde las localidades más alejadas ven diferente lo que está pasando, sienten cómo sus proyectos y propuestas van quedando para atrás porque la visión central de la capital departamental los va postergando, según el testimonio de la concejal del Frente Amplio del Municipio de Solís Grande, María Luz Espinosa, entrevistada en FM Gente.
“Muchas veces nos sentimos que siempre queda para atrás, porque siempre hay prioridades”, dice Espinosa, quien admite que todos están haciendo la experiencia descentralizadora sin otro manual que un reglamento de los municipios aprobado por la Junta Departamental de Maldonado.
El Municipio de Solís Grande se recuesta en la zona oeste de Maldonado, y abarca siete localidades en la costa y las sierras, contra la frontera con Lavalleja: Gregorio Aznáres, Solís Grande, Pueblo Estación Las Flores, Pueblo Cerros Azules, y balnearios Solís, Bella Vista, y Las Flores.
Es un municipio con alcalde del “partido blanco”, como la señora Espinosa llama al Partido Nacional, Hernán Ciganda, otros dos concejales de ese misma colectividad, de los que identifica solo a uno por su apellido, Palomino, y dos concejales mujeres del Frente Amplio, Cristina González y ella.
PELEAR POR NUESTRO PRESUPUESTO
La señora Espinosa utiliza un lenguaje muy simple, con varias muletillas, para explicar su labor, tanto como concejal y como de guía turística, actividades a las que refiere como luchas permanentes.
“Cuando peleamos por nuestro presupuesto siempre tenemos que estar ahí; vamos logrando (hacer cosas), pero siempre nos cuesta un poquito más, a las zonas más pequeñas nos cuesta más”, dice, entre una descripción y una queja.
Agrega que “en mi gran lucha por la cultura, a mi me cuesta en realidad que llegue la descentralización cultural” al municipio del que participa, y, en particular, a Gregorio Aznáres, localidad a la que considera su lugar en el mundo.
“Y también nosotros, como gobierno local, (debemos) tratar de poder generar pequeñas cosas para que pueda haber expresiones culturales que pueden ser desde una fiesta, hasta que llegue teatro, cine”, explica.
Aclara que “en algunas localidades está más fortalecido (el ángulo cultural) porque ya hay algo trabajado desde las instituciones (locales), pero hay lugares que no; y como digo el tema cultural, el social también; globalmente, yo veo que cuesta que lleguen las cosas a las localidades”, afirma.
A LA GENTE LE CUESTA PARTICIPAR
Sin aclarar si este escenario de “lucha” que tienen los integrantes del Concejo Municipal de Solís Grande para obtener su parte de los presupuestos departamentales, termina siendo causa de la reticencia de la gente a participar, la señora Espinosa centra otra vez una descripción muy personal de lo que pasa en el municipio.
“La descentralización, y la ley de descentralización, (dice que) no sólo basta con descentralizar, sino que hay que tratar que la gente participe, que (a) la gente, hoy, le cuesta participar”, afirma.
Agrega que eso “es un poco lo que estamos siempre tratando de transmitirle a todos los vecinos, la necesidad de la participación, y el involucramiento”.
Describe que tratan de que la gente capte que “al municipio, que lo tienen ahí, pueden ir y solicitar cosas”, proceso que afirma ayudará a que los vecinos empiecen a sentirse parte de los proyectos.
“Por eso también la propuesta del presupuesto participativo, y que después lo sigan monitoreando”, sostiene, describiendo ese instrumento como un gancho para obtener alguna mayor participación de la gente.
CARACTERÍSTICAS DE UN MUNICIPIO PERIFÉRICO
El Municipio de Solís Grande tiene muchas particularidades que le caracterizan, además de los balnearios y la zona de sierras. Tiene en su territorio cuatro escuelas, una rural y tres urbanas, que se distribuyen entre los balnearios Solís y Las Flores que es una escuela de horario completo, la de Gregorio Aznáres, “y una escuela chiquita que hoy tiene poquitos alumnos, que este año es uno de los años que ha logrado más y creo que tiene 16 alumnos, está en el límite con Lavalleja, en la Ruta 20, y que abarca toda la parte rural, sobre las sierras”, afirma. A esa escuela “chiquita” van “los niños de las familias que trabajan en diferentes emprendimientos agropecuarios”.
La señora Espinosa describe la propuesta cultural del municipio con el castillo (Humberto) Pittamiglio apareciendo una y otra vez en su descripción como la atracción cultural del lugar, en el balneario Las Flores.
“Desde el comienzo de la gestión tratamos de tomar a ese castillo, que en realidad en esta administración se logró abrirlo al público, se le han hecho muchas mejoras”, indica.
Añade que “parte del presupuesto se ha dado y seguimos peleando de a poquito para poder administrarlo y seguir haciéndole mejoras; falta mucho todavía, pero es un lugar que llama a la gente por sí, por su energía, por su magnitud en la parte de arquitectura, en la parte de cultura, como paseo, en base a todo el circuito de la energía en conjunto con Piria”.
Sostiene que procuran “tomar esa obra de (el castillo) Pitamiglio como un paraguas a través de las diferentes demostraciones que tenemos de cultura en los diferentes pueblos, es decir, que ahí sea como un centro que ya de por sí llegue la gente, y que la gente después se nutra de la diferentes cosas que hay en las diferentes localidades”.
“El castillo es algo (al) que llega gente de por sí, por su encanto, y a su vez, desde ahí hemos tratado desde el comienzo de también difundir las diferentes cosas”, consolida.