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Santiago, de 24 años, encabezó el domingo 13 de enero una manifestación en Aiguá tratando de llamar la atención al resto de la sociedad y las autoridades. En una trabajosa reconstrucción de lo ocurrido, Santiago sacó fuerza de su dolor interior para señalar cosas que cree no deberían estar ocurriendo, a las que procura modificar.

Bruno, de 20 años, perdió el control de su moto el día de Reyes y cayó al pavimento. Falleció tres horas después en un sanatorio. Santiago reconstruyó lo ocurrido en esas tres horas, y levanta ese testimonio como una denuncia de lo desamparados que están los pueblos y localidades chicas de Uruguay en materia de salud.

“La asistencia médica en Aiguá es bastante nefasta, más que nada desde el punto de vista de infraestructura y tecnología”, opinó. Agregó que “no tenemos una ambulancia en condiciones, (la que hay) es una cachila”.

Dijo que “la idea (de llamar a manifestar por las calles de Aiguá) fue reclamar una ambulancia digna para el pueblo, y una mejor atención médica”. “En la ambulancia una de las cosas que falló fue el desfibrilador; mi hermano tuvo un paro cardíaco llegando a San Carlos, el aparato no tenía batería y no lo pudieron reanimar por eso”, afirmó, con voz entrecortada por la emoción.

“En cuanto a los médicos que trataron a mi hermano no tengo absolutamente nada que decir, hicieron todo lo posible a su alcance, pero al no tener los aparatos necesarios es todo mucho más difícil”, se quejó.

Afirmó que la atención primaria se había demorado bastante en llegar para asistir a Bruno. “Sí, la ambulancia demoró unos 45 minutos en llegar, y estamos hablando de un pueblo pequeño; la ambulancia estaba en el hospital”, reveló.

Santiago dijo que no les habían explicado por qué demoró tanto en llegar la ambulancia. “He sabido por afuera alguna cosa, por los vecinos, pero preferiría no comentarlo porque además no es algo confirmado, pero acá en Aiguá siempre ha sido así: la ambulancia siempre demora en salir”, relató.

A Bruno “lo llevaron a (la policlínica) Mautone, donde debe de haber estado unos…, no sé, uno pierde un poco la noción del tiempo en situaciones como esa, pero estoy casi seguro que estuvo al menos unos 40 minutos”, manifestó.

“Después (la ambulancia) fue directo para Maldonado y, como decía, en San Carlos le dio un paro cardíaco, se llamó a una cardiomóvil de allí para poderlo atender con un desfibrilador, y así cambiaron de ambulancia para poder seguir el camino”, prosiguió.

Indicó que “el problema viene de arriba: es la ley, que a lo que son las ciudades chicas y los pueblos los embroma por completo, porque hace que la salud esté dividida en tres niveles, primero, segundo, y tercer nivel, donde las infraestructura y tecnologías mayores están concentradas en las capitales de cada departamento”.

“A los pueblos como Aiguá los terminan embromando en que no tenemos las cosas necesarias para situaciones como esta; incluso, en los partos, Aiguá no tiene (la posibilidad de atender) partos, tenemos que estar viajando a San Carlos, a Minas para que las mujeres puedan dar a luz”, explicó.

Santiago expresó que “ayer (domingo 13 de enero) decía en la manifestación la admiración que siento por la gente que hizo la ley, porque se concentraron en administrar de buena forma los recursos económicos, cuando la salud va por otro lado”.

“No digo que deba ser un derroche, pero la salud es un derecho de todos y la buena atención médica es absolutamente necesaria en todo el país, no solamente en las capitales; ayer critiqué duramente en ese sentido a la ley”, reconoció.

Sobre cómo se organizó la manifestación, dijo que “es una pregunta que hasta yo me hago, (porque Aiguá) es un pueblo difícil, a la gente le cuesta mucho hablar, es muy callada, se guarda todo, acá todo el mundo quiere quedar bien con todos, al ser un pueblo chico nos vemos todos los días en la calle, y bueno, es difícil hacer algunas cosas”.

“La muerte de mi hermano me hizo sacar fuerzas no se de dónde; yo tendría que estar encerrado en mi casa haciendo el duelo como corresponde, y sin embargo me movilicé, y como vengo diciendo, esto a mi no me devuelve para nada a mi hermano”, reflexionó.

Interpretó que “es un esfuerzo que la gente tiene que hacer, porque (lo que le ocurrió a Bruno) le puede pasar a cualquier hijo, a cualquier vecino, a quién sea, y la gente tiene que concientizarse de eso; es el momento para que la gente cambie un poco la historia de Aiguá, se haga escuchar y haga respetar sus derechos”.

“Ayer quedé un poco desconforme con la asistencia de la gente, esperaba mucho más gente, pero bueno, ahora estoy con el tema de levantar firmas para presentar ante el ministerio de Salud Pública, en reclamo de una ambulancia (tecnificada) para Aiguá”, dijo.

Indicó que “si se lee la ley el primer nivel al que pertenece Aiguá ya no está siendo cumplido, porque existen las cosas básicas como la atención ambulatoria, domiciliaria, urgencias y emergencias”.

“Aiguá tiene apenas una ambulancia, entre comillas (en referencia a sus carencias), y lo que es la atención domiciliaria, urgencia y emergencia es bastante complicado, bastante nefasto”, insistió.

Santiago prometió que “me voy a seguir movilizando, si bien hay muchas cosas que me frustran, porque lamentablemente vivimos en un mundo en el que muchos prefieren mostrar la temporada, dedicársela al turismo, fomentar el turismo, en lugar de darle importancia a un tema como este”.

“Además, no se trata solo de Aiguá, es un tema que perjudica a todos los pueblos y ciudades pequeñas del país. (Quisiera) decirle a las autoridades que tomen cartas en el asunto, que ayuden, porque es momento de hacer cosas importantes y dejar un poco de lado la plata; no puede ser que en este sistema capitalista sigamos dándole importancia a las cosas que no son importantes, y dejemos de lado a la gente”, filosofó. “Pido por favor ayuda en este sentido”, subrayó.

Santiago aseguró que “no se ha contactado nadie conmigo (refiere a ninguna autoridad), he conseguido algunos contactos y de a poco pienso ir moviéndome de a poco, pero no tengo nada pensado tampoco porque estoy muy encima de la muerte de mi hermano, apenas a una semana; la manifestación de ayer me ha tenido en mucho movimiento en estos días”.

“Quiero tomarme un par de días para estar en casa solo, pero la idea es seguir moviéndome y haciéndome escuchar. Lo que ayer no hice fue hacer algo político de todo esto; esto está por fuera de la política, no quiero que se mezclen las cosas”, concluyó.

(en la foto adjunta, el fallecido Bruno Lecchini)