Ferrero dijo en el Parlamento que abogados de narcos podían competir en concursos para ser fiscales.
Escribe Elena Risso
Mónica Ferrero estaba despierta cuando una granada y dos balazos impactaron en el patio de su cocina. El destino, un sexto sentido, o en lo que uno quiera creer, hizo que ese día no tuviera sed y por lo tanto no estuviera en esa cocina a la que tantas veces concurre en las madrugadas a buscar un vaso con agua.
Ese pequeño cambio en su rutina de la madrugada, dicen, es lo que hoy determinó que Ferrero esté viva. Porque frente a esa cocina reventó la granada e impactaron los dos tiros que dispararon contra la casa de Brazo Oriental donde vive junto familia; una granada y dos tiros que sacudieron los cimientos de la vivienda y de la institucionalidad de la política uruguaya, que no recuerda haber vivido en democracia un episodio de estas características.
Ferrero tiene custodia policial, pero los efectivos se encontraban en la parte delantera de la casa. Las personas que atentaron contra el domicilio -según ha trascendido dos de ellas detenidas, pero no se sabe con exactitud cuántas fueron las que participaron- accedieron a la parte trasera de la casa por techos vecinos y se movieron sin dificultades hasta llegar a ese patio que da a la cocina de la casa en la que vive Ferrero con su familia. Ya llegará el momento de ver cámaras, recopilar testimonios de testigos, o investigar el vehículo incendiado en el que supuestamente se trasladaron. Mientras tanto, la fiscal Ferrero tiene claro que está viva de milagro, aunque ella sabía que eso podía pasar.
De acuerdo a distintas fuentes consultadas en las últimas horas por FM GENTE, a pesar de lo ocurrido, Ferrero no tiene previsto dejar el cargo, si bien este ataque fue el corolario de una serie de amenazas que ha venido recibiendo desde hace tiempo. Los que la escucharon mantenerse tan firme no se sorprendieron. En otras ocasiones contó de las amenazas que había recibido y la respuesta que encontró entre sus interlocutores fue siempre la misma: “que era muy valiente”. Cuando le preguntaban cómo a pesar de los riegos seguía adelante, también la respuesta era la misma: “por mi hijo tengo que ser valiente”.
La fiscal de bajo perfil
Ferrero nació en Young y hace pocos días cumplió 64 años. Con una carrera considerada por sus pares como intachable, que la llevó primero como jueza y luego como fiscal a ser protagonista de casos gruesos vinculados al narcotráfico, siempre mantuvo un bajo perfil y es difícil encontrar declaraciones suyas altisonantes a la salida de las audiencias. Incluso son pocas las entrevistas que ha concedido, antes y después de asumir la Fiscalía. “No tengo ni una mancha en mi legajo y llegué a Montevideo. Primero trabajé con todo el tema de las drogas de Montevideo para pasar luego a la especializada de narcotráfico internacional y después de armas”, dijo hace pocos días en el Parlamento.
Llegó a la cima de la Fiscalía luego de una cadena de renuncias y a la falta de acuerdo entre los sectores políticos para designar un nuevo fiscal de Corte. En el gobierno pasado, el hoy prosecretario de la Presidencia Jorge Díaz era fiscal de Corte, pero renunció para dedicarse a la actividad privada. Fue sustituido por el entonces fiscal de Corte adjunto, Juan Gómez.
En varias oportunidades Gómez quiso dejar el cargo por razones de salud, pero no había quién pudiera sustituirlo. Incluso, en un proyecto de Rendición de cuentas que presentó Fiscalía en el gobierno pasado -el organismo puede presentar su propio proyecto, ajeno al del Poder Ejecutivo- Gómez propuso un sucesor que lo suplantara para poder dejar el cargo, iniciativa que no prosperó.
En ese momento, la coalición de gobierno propuso una alternativa para designar al sustituto del fiscal de Corte, ante la falta de acuerdo para nombrar uno nuevo, porque la designación de fiscal de Corte requiere mayorías especiales. La propuesta -que terminó resultando aprobada- estableció que ante la renuncia del fiscal de Corte, el cargo sería ocupado por el fiscal penal más antiguo de Montevideo.
Fuentes consultadas por FM GENTE recordaron que cuando la senadora Graciela Bianchi defendió ese artículo durante la votación en el Senado, el entonces senador Charles Carrera gritó “ustedes quieren a Ferrero”.
En ese momento la coalición tenía mayorías y Ferrero fue designada para el cargo, por tratarse de la persona que estaba al frente de dicho Juzgado. Las fuentes insisten en que Ferrero no tiene identificación política ni forma parte de los que están “a favor” o “en contra” de Díaz, como se identificaba a algunos fiscales en función de su vínculo con el exfiscal de Corte.
La fiscal interpelada
El domingo 28, la nota principal de la portada del diario El País era sobre cómo gobierno y oposición negociaban para designar un nuevo fiscal de Corte, un artículo que horas después quedó en un segundo plano, porque poco después de que se publicara se conocían los detalles del atentado sin precedentes en la política uruguaya.
De acuerdo al artículo, el Partido Nacional y buena parte del Partido Colorado estaban a favor de la continuidad de Ferrero. Los liderados por Pedro Bordaberry esperaban conocer otros nombres y el Frente Amplio quería explorar otras opciones. El impacto de la granada en la casa de Ferrero también hizo añicos esa eventual negociación, que pasó a un segundo plano con el atentado. Según fuentes consultadas, hoy es muy difícil plantear una alternativa a Ferrero luego de lo ocurrido.
De todos modos, el vínculo de Ferrero con el Frente Amplio no ha sido sencillo. En julio de este año, el gobierno solicitó convocarla a la Comisión de Asuntos Administrativos del Senado para que explicara las razones por las cuales dispuso los traslados de algunos fiscales.
En ese momento, desde la oposición y en el entorno de Ferrero se entendió que no correspondía citar a un fiscal de Corte a comisión, porque parecía poco menos que una interpelación, algo que la ley no lo permite porque solo pueden ser interpelados los ministros. Ferrero no fue a la Comisión, pero pocos días después envío una extensa nota explicando las razones de por qué no iba a concurrir y detallando las razones por las cuáles dispuso los traslados.
Entre los traslados de fiscales que habían generado la molestia del Frente Amplio, figuraban los casos relacionados con el excustodio presidencial Alejandro Astesiano y el del exsenador Charles Carrera, cuya audiencia de formalización estaba prevista para hoy y se trasladó para mañana, de acuerdo a fuentes consultadas por FM GENTE.
Sobre ese caso, según ha trascendido, la fiscal Sandra Fleitas solicitará que se le coloque tobillera electrónica, que cumpla prisión domiciliaria y que no pueda conceder entrevistas. Carrera, que renunció al Senado en el gobierno anterior, está siendo investigado por su gestión en el Ministerio del Interior, por haber otorgado presuntos beneficios a particulares que no le correspondían.
Advertencia sobre venias
Hace algunos meses, la fiscal Ferrero concurrió a la Comisión de Asuntos Administrativos del Senado. De acuerdo a fuentes consultadas, la sesión duró cuatro horas, de las cuales tres fueron declaradas secretas y no hay versión taquigráfica disponible.
En esa oportunidad, la fiscal Ferrero realizó una advertencia a los legisladores, vinculadas al envío de venias de fiscales: dijo que había abogados de narcotraficantes que podían intentar ingresar por concurso a Fiscalía ocupando el cargo de fiscales.
En ese sentido, agregó Ferrero, dijo que cuando ella enviara alguna venía, lo haría con el total convencimiento de que no había riesgos de esa situación.
El 9 de setiembre, 20 días antes del ataque que sacudió los cimientos de su casa y de la institucionalidad del país, Ferrero concurrió a la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda de Diputados a hablar del proyecto de Presupuesto.
Además de detallar la situación de la Fiscalía y las carencias con respecto al personal, Ferrero hizo algunas apreciaciones que hoy, luego de lo ocurrido, toman otra dimensión.
“Desde que llegué a la Fiscalía he tratado de sumar para la sociedad, reubicando algunos asuntos de la Fiscalía, por ejemplo, priorizando un tema muy importante para la seguridad, como es el de las armas, que me consta que también es una preocupación de la Policía”, dijo Ferrero, según consta en la versión taquigráfica a la que accedió FM GENTE.
Agregó que se puso énfasis en algunas fiscalías específicas, entre ellas una de las que ocupó ella en el pasado, que es la de tráfico internacional de armas. “Porque siempre que se allana para ubicar estupefacientes, por lo general se encuentran drogas y armas. Me parece que la normativa respecto a toda la parte de introducción ustedes ya la tienen; no voy a estar insistiendo ni leyendo. Entiendo que tenemos que ir más bien a lo medular y lo que realmente nos preocupa y ocupa dentro de la Fiscalía”, agregó la fiscal.
Ferrero recordó que es la primera mujer en ocupar la titularidad de la Fiscalía de Corte, algo que considera “un orgullo, más allá de toda mi carrera”.
Recordó que en 2014 fundó las redes fiscales de Iberoamérica, una organización de la que formaba parte “nuestro querido colega de Paraguay, Marcelo Pecci, duramente asesinado en Colombia”. Pecci era un fiscal paraguayo vinculado al combate al narcotráfico, que fue asesinado en 2022 durante su luna de miel en Colombia. En ese momento, distintos medios internacionales relacionaron al narcotraficante Sebastián Marset con ese crimen.
En la Comisión, Ferrero recordó que cuando se fundó esa red los fiscales se comprometieron “a luchar contra el flagelo del narcotráfico”.
“Créanme que ese sistema nos ha dado muchísimos frutos porque esa red funciona, y funciona muy bien. Hoy los fiscales interactuamos e intercambiamos y dimos un paso enorme para la lucha contra el narcotráfico. A nivel de cooperación internacional”, agregó.
Ferrero repasó los convenios con distintas instituciones tanto a nivel nacional como internacional y destacó el trabajo de los fiscales uruguayos que trabajan en temas relacionados al narcotráfico.
“Nuestros fiscales de droga dan la cara. Van a las audiencias y dan la cara. Yo voy y doy la cara. Tengo los narcos al lado haciéndome todo tipo de señas de muerte y sin embargo sigo adelante. En una falsa rapiña me sacaron un brazo, en otra me amenazaron de muerte; ya saben más o menos por dónde viene, y seguimos peleando”, agregó.
Ante los legisladores, la fiscal Ferrero habló de la necesidad de practicar con el ejemplo. “Yo siempre digo que no es solo serlo, sino parecerlo; eso hay que inculcarlo. La mayoría de nosotros, seguramente, se lo inculcamos a nuestros hijos: cómo tienen que ser, las normas, la dignidad, el honor, etcétera, y máxime en esta función que es tan delicada”, dijo.
En otro orden, Ferrero advirtió que hay “organizaciones internacionales” que se están instalando en el país y solicitó herramientas tecnológicas para poder enfrentarlas. “Sin dinero va a ser muy difícil que combatamos la delincuencia”, sentenció.
“No se olviden que el crimen organizado llegó para quedarse. Yo tengo muchas amenazas y nunca dije nada, ni lo voy a decir, pero nosotros tenemos que cambiar nuestro sistema, tenemos que llegar a un momento de proteger a nuestros fiscales de alguna forma, tenemos que lograr también que podamos proteger en los momentos dolorosos a las familias que viven el crimen al lado”, dijo la fiscal de Corte.
Y realizó una advertencia a los legisladores: “Ustedes, al crimen organizado, pueden tenerlo al lado de su casa -se los dice alguien que tiene mucha experiencia investigando el crimen organizado- y nunca se van a dar cuenta. El que lo sabe es el fiscal, el fiscal que protege esa investigación y que protege la forma de esa investigación”.
Ferrero se retiró del Parlamento luego de varias horas. Sus reclamos de más recursos para Fiscalía fueron recogidos por distintos medios, algunos mencionaron las advertencias de la jerarca. El tema fue enterrado en medio de la vorágine informativa.
Veinte días después Ferrero volvió a ser noticia. Esta vez no se habló ni de falta de recursos, ni de traslados polémicos, ni de las amenazas de las que mencionó en el Parlamento. Esta vez fueron los hechos que hablaron por ella: dos impactos de bala y la explosión de una granada contra una casa ubicada en el corazón de Montevideo, que tenía custodia policial en la puerta.