El militar retirado ya se encuentra preso en Domingo Arena por la muerte de Eduardo Mondello.
Escribe Elena Risso
Horacio Gelós Bonilla tenía 32 años, avanzadas entradas en la frente y era corpulento. Soltero, sin hijos, Gelós Bonilla era obrero, dirigente del sindicato de la construcción, militante del Frente Izquierda de Liberación (Fidel) y en 1971 resultó electo edil suplente por la lista 1001 del Partido Comunista. Vivía en una casa ubicada en la continuación de Ventura Alegre, cerca del Hospital de Maldonado.
En la noche del 2 de enero de 1976, cuando la temporada turística vivía sus días de mayor esplendor, caminaba por la plaza San Fernando de Maldonado con su tío Ramón cuando fue interceptado por un grupo de personas que lo subieron a un auto. Fue la última vez que lo vieron en libertad.
Después se supo que fue trasladado al infernal Batallón de Ingenieros N°4 de Laguna del Sauce, donde fue torturado hasta morir, según dictaminó la Justicia en los últimos días. Lo que no se sabe hasta ahora es a dónde fueron a parar sus restos, porque Gelós Bonilla es uno de los desaparecidos por la dictadura uruguaya, el único de Maldonado.
La Justicia condenó al exmilitar Dardo Barrios por la muerte de Gelós Bonilla.
En el fallo se le imputó un delito de homicidio muy especialmente agravado en reiteración real con reiterados delitos de privación de libertad, abuso de autoridad y lesiones graves.
La sentencia firmada por la jueza penal de 23er turno Isaura Tortora Bof a la que accedió FM GENTE incluye testimonios de testigos que relataron que vieron a Gelós detenido en el Batallón de Ingenieros N°4, donde sufrió todo tipo de apremios físicos durante cuatro días, hasta que murió el Día de Reyes de 1976.
Barrios ya se encuentra preso por la muerte del militante tupamaro Eduardo Mondello, un minuano que vivía en Maldonado y cuyo cuerpo fue entregado a sus familiares en marzo de 1976 con visibles signos de tortura.
“El Zorro”, como apodan a Barrios, está preso en la cárcel de Domingo Arena, el centro de reclusión donde se encuentran los condenados por crímenes vinculados a derechos humanos, un lugar que en los últimos días volvió a la discusión pública por la charla que mantuvieron el presidente Yamandú Orsi con el titular de la Suprema Corte de Justicia, John Pérez.
Según dijo el presidente esa conversación -que difundió el semanario Búsqueda- fue para consultar qué debía hacer con expedientes relacionados con el estado de salud de esos presos. “Yo me reuní con el presidente de la Suprema Corte porque tenía un informe de sanidad militar, que como no sabía cómo había que proceder —si había que enviárselo a la Suprema Corte, o cómo era el mecanismo— voy y le pregunto. Y me dijo: ‘Eso lo resuelve cada uno de los jueces’. Yo no manifesté ni preocupación ni nada. Simplemente institucionalmente tenía algo que responder y lo hice con quien correspondía”, dijo Orsi.
La difusión de la reunión y su contenido enfureció a militantes frenteamplistas y generó cuestionamientos entre familiares de detenidos desparecidos que la consideraron “improcedente”. En un comunicado, señalaron que los presos de Domingo Arena no están recluidos “por delitos comunes” sino que cometieron “crímenes inadmisibles”.
“No corresponde presentar la situación de estas personas como si fueran víctimas de un sistema penitenciario hostil. Muy por el contrario: se alojan en un establecimiento con condiciones privilegiadas, muy distante del hacinamiento y la vulneración de derechos documentados en otros centros de reclusión, tal como lo ha señalado reiteradamente el Comisionado Parlamentario”, agregaron.
Las víctimas de Maldonado
A la salida de la dictadura, un grupo de trabajo compuesto por gente de distintos partidos políticos y organizaciones sociales de Maldonado comenzó a recabar información sobre los hechos ocurridos en esos años y se buscó saber qué pasó con el desaparecido Gelós Bonilla. Cuando finalmente se logró que la Justicia dispusiera el ingreso al Batallón de Laguna del Sauce, el Parlamento aprobó la ley de caducidad y el tema quedó en suspenso.
Años más tarde, la abogada Nany Salazar fue la impulsora de las causas de Mondello y Gelós Bonilla. Eran los primeros años del 2000 y esos dos nombres eran formaban parte de una mega causa inabarcable relacionada con el exdictador Juan María Bordaberry, por lo que resolvió presentarlos de forma separada para darles celeridad, amparándose en convenios internacionales a los que Uruguay había adherido.
Salazar también intentó que se investigara dentro en el Batallón N°4 para ver si se habían realizado movimientos de tierra por enterramientos clandestinos, pero la información que recibió en ese momento no permitió comprobarlo, si bien un soldado amagó con dar detalles que luego quedaron en nada. De todas maneras, insiste en que quienes sepan o hayan sido testigos de esos hechos hablen, como lo hicieron quienes brindaron los testimonios que permitieron condenar a Barrios.
El 2025 ha sido un año de avances significativos en lo que respecta a causas vinculadas a derechos humanos en Maldonado.
En agosto, en una causa de la que también participó Salazar, la Justicia imputó con una condena de 12 años al médico militar José Luis Braga por un caso vinculado a torturas a un grupo de jóvenes en el Batallón Laguna del Sauce.
“El Batallón de Ingenieros 4° fue un lugar muy duro. Ahí mataron a Francisco Chocho en el 72 por torturas, un simpatizante del Partido Nacional. Después hicieron desaparecer el edil horacio Gelós Bonilla y a un simpatizante del MLN (Mondello). Además de decenas y decenas de personas que fueron privadas ilegitimas de la libertad por el solo hecho de resistir a la dictadura. Ingenieros 4 fue un lugar muy duro para las víctimas”, dijo el fiscal de lesa humanidad Ricardo Perciballe en entrevista con FM GENTE.
En marzo de este año, Barrios fue condenado por la muerte de Mondello, ocurrida también en 1976. En el caso de Francisco Chocho, un militante nacionalista que murió como consecuencias de las torturas en 1972, antes de la dictadura, en 2023 fue procesado el capitán retirado Eduardo Giordano como autor del homicidio muy especialmente agravado.
Chocho, Gelós Bonilla y Mondello son los tres asesinados en Maldonado y en los tres casos se pudo condenar a un responsable. En el caso de Gelós Bonilla falta saber a dónde fueron a parar sus restos.
Salazar explicó a FM GENTE que hay un caso dudoso de 1975 de una mujer llamada Amelia Lavagna, que vivía en Manantiales con su marido cuando un grupo de militares ingresó a la casa a buscar a su hijo. La mujer murió después de consumir veneno, mientras era custodiada por diez oficiales.
A Salazar esa historia no la convence. Era una ama de casa de 54 años, no la buscaban a ella sino a su hijo, y no entiende cómo es posible que haya ido a buscar veneno para consumir cuando una decena de personas la vigilaban. Hace unos años se hizo la exhumación de sus restos, pero no fue posible establecer la causa de la muerte porque su cuerpo fue cremado.
Qué se sabe de Gelós Bonilla
El fallo judicial de las últimas horas, la jueza señala que “se dio en nuestro país un descaecimiento de las normas de funcionamiento democrático esenciales del sistema político traducidos en el quebrantamiento del Estado de Derecho”.
La magistrada cita un informe de la Comisión para la paz que funcionó durante el gobierno del expresidente Jorge Batlle, que sostiene que “se constató la actuación de agentes estatales que, en ejercicio de su función pública, obraron al margen de la ley empleando métodos represivos ilegales en casos de tortura, detención ilegítima en centros clandestinos y desaparición forzada de personas”.
En la sentencia la jueza repasa los tormentos que vivió Gelós Bonilla mientras estuvo detenido, en base a testimonios presentados por testigos y por su hermana Rosa Esther, que proporcionó ante la Justicia la información relacionada con el caso que le fue llegando por distintas vías. Entre los testimonios se hace referencia a que Barrios quería que Gelós Bonilla informara sobre el origen de los fondos de una colonia de vacaciones del Sunca.
“Durante el interrogatorio lo sometieron a intensos apremios físicos, tales como submarino, golpizas, estaqueamiento, plantones y colgamiento. A raíz de ello y tras no soportar tales tormentos, se produjo su deceso al cuarto día de su detención el 6 de enero de 1976. También fueron sometidos a los tormentos referidos los detenidos Lucas Martínez Caraballo, Luis Alberto Romero, José Medina, Omar Varona Rovira, Juan Carlos Barrios y Amado Praxedes, pero luego del fallecimiento de Gelos Bonilla, fueron liberados. En efecto, Omar Varona, que fue detenido como Gelós y recluido en el mismo lugar manifestó que ambos fueron sometidos a fuertes apremios físicos, colgados y que lo reconoció por la voz. Señaló ‘...cuando estábamos colgados yo empecé a gritar y Gelós me pisa, callate la boca que no vas a hacer nada, vino uno de los militares al que reconocí por el nombre que le dieron que era ‘Chocho’, y me dijo no te pongas nervioso que ahora te toca a vos, pero más de lo que nos había hecho no podía imaginarnos”, consigna el fallo.
De acuerdo a otro testimonio mencionado en el expediente, otro detenido en el lugar contó: “fui torturado con picana eléctrica, fui colgado en un árbol y atado de pies y manos me colocaron en el chiquero de los chanchos, además fui obligado a tomar orina y salmuera en vez de agua”.
Este hombre, relata que en el lugar se encontraba Gelós Bonilla. “Con respecto a Gelós Bonilla puedo decir que no estaba a más de un metro y medio de distancia y en determinado momento vinieron a interrogarlo, yo lo reconocí por la voz y además le decían ‘vos soy el Bonillita del Sunca’, comenzaron a castigarlo de una manera brutal, él gritaba que lo mataran, que no resistía, en determinado momento comenzó a respirar en forma muy fuerte, y sentí como una ‘fatiga’ y un grito, y como que ‘desapareció’”, agregó.
Entre los otros testimonios que aparecen en el expediente, otro detenido cuenta que cuando le quitaron la capucha en el batallón vio a Bonilla “tirado en el suelo”.
El fallo agrega: “Al ser interrogado respecto a si sabe si algún detenido falleció, señaló: ‘Si, falleció Gelós Bonilla. Yo lo vi mal de salud… él estaba detrás mío sentado en muy malas condiciones, no podía respirar le levanté la capucha y tenía la cara desfigurada de los golpes y hematomas que tenía…’ . Interrogado respecto si sabe quién lo interrogó, declaró: ‘Por lo que me dijo la guardia anterior que relevamos, uno era Dardo Barrios no si era Teniente o Alferez…”..
En base a los distintos testimonios, la jueza estableció que Barrios “participó en la muerte de Gelós Bonilla y en la privación ilegítima de libertad, abuso de autoridad contra los detenidos y lesiones graves respecto de las víctimas de obrados en transgresión a lo dictado en los arts. 15 y 16 de la Constitución Nacional, por cuanto se realizó la aprehensión y consiguiente conducción a centros clandestinos de reclusión de los mismos y se les practicó interrogatorios bajo aplicación de tratos crueles, inhumanos y degradantes. En el caso de Gelós Bonilla hasta provocar su muerte acaecida dentro del Batallón”.
Por lo tanto, dispuso el procesamiento con prisión por un delito de homicidio muy especialmente agravado, en reiteración real con reiterados delitos de privación de libertad, abuso de autoridad contra los detenidos y estos en concurrencia formal con reiterados delitos de lesiones graves, en calidad de coautor”.
Quién es Barrios
Dardo Víctor Barrios Hérnandez, apodado “El Zorro”, cumplió funciones como capitán entre 1972 y 1976 en el Batallón de Laguna del Sauce y en el Servicio de Información y Defensa (SID). Su nombre fue mencionado en distintas ocasiones como alguien vinculado a apremios en ese centro de reclusión.
Salazar dijo que durante años del retorno democrático Barrios trabajó en la Intendencia de Maldonado -al igual que lo hacía el médico Braga, también procesado por causas de derechos humanos- y que, en 2005, cuando se produjo la llegada del Frente Amplio al gobierno, se fue del país.
En 2011 Fiscalía solicitó su detención, pero recién fue capturado en 2019 en Paraguay y al año siguiente llegó a Uruguay. Recursos de inconstitucionalidad mediante, logró quedar recluido por un tiempo con prisión domiciliaria hasta que en 2022 fue procesado por reiterados delitos de privación de libertad.
Tres años después, fue procesado por la muerte de Mondello y en la última semana por la de Gelós Bonilla. Hoy, al igual que otros represores, pasa sus días en la cárcel de Domingo Arena.
Foto: Horacio Gelós Bonilla/Cuenta de X de Joaquín Garlo.