Un muchacho de 19 años de edad fue procesado. Tenía cosas robadas en su casa. No se pudo probó que fuera el responsable de los hurtos. Le descubrieron de forma fortuita. El procesado era primario y ahora cumple con una orden de arresto domiciliario, además de haber inaugurado su prontuario, informó la policía.
Personal de la brigada de Hurtos de la Seccional 2ª de policía de San Carlos andaba de recorrida cuando en el cruce de Juana Tabarez y avenida Rocha vieron en el interior de un kiosko a un hombre que empuñaba un arma.
Decidieron intervenir. Era un muchacho de 17 años. Empuñaba una chumbera de aire comprimido con caño de 4,5 milímetros de diámetro, tipo pistola, marca Beeman.
Cuando le consultaron qué hacía con la pistola y de dónde la había sacado, sólo respondió la segunda interrogante. Dijo que la había comprado el día anterior a un hombre y que le había costado 300 pesos.
El precio de la pistola es muy bajo para su valor real de mercado, por lo que ese detalle puso al chico que la llevaba, y a quién se la hubiese vendido, como sospechosos. Se trataba de un arma que estaba circulando en el mercado negro.
En la comisaría se rastreó el arma. El propietario de la pistola había radicado una denuncia de robo, el pasado lunes 1 de diciembre. Especificó, entre varios otros bienes que le fueron sustraídos, la pistola Beeman.
El jovencito detenido proporcionó los detalles para ubicar a quien le había vendido la pistola. Se obtuvo orden de allanamiento y se procedió a revisar la vivienda del ahora sospechoso.
El allanamiento permitió la detención del presunto imputado. En la comisaría fue identificado como W.B.S. (iniciales de nombre y apellidos), de 19 años de edad, carente de antecedentes penales.
Interrogado, los policías decidieron notificar al juzgado Penal de 2º turno de San Carlos sobre lo que había pasado.
La juez a cargo se pronunció en las últimas horas dictando el procesamiento de W.B.S. como autor de un delito de receptación especialmente agravado por recepción para venta.
El delito de receptación está tipificado para castigar a quien recibe un bien mal habido para sacarle un provecho propio o para un tercero. Esta tipificación indica que la juez no tuvo elementos suficientes como para determinar que W.B.S. había sido el autor del hurto que incluyó la pistola.
La magistrado ordenó que, atendiendo la condición de primario del acusado, este cumpla como medida sustitutiva de la prisión preventiva con arresto domiciliario nocturno por un plazo de 30 días.