El secretario de redacción de La Nación de Buenos Aires, Pablo Sirvén, dijo en entrevista con FM Gente que algunos colegas suyos se preguntaban esta mañana “qué hay después de romper un diario, una bomba, una pintada?”. Sirvén aludía al gesto del jefe de gabinete, Jorge Capitanich, rompiendo este lunes un ejemplar de Clarín.
“Esto de romper el diario algunos colegas míos se preguntaban esta misma mañana qué hay después de romper un diario, una bomba, una pintada en el diario”, reveló Sirvén.
Se siguió preguntando: “¿Cómo se lee esto entre los fanáticos, que el jefe de gabinete rompa un diario que la presidente de la Nación (Cristina Fernández, viuda de Kirchner) cada vez que habla, hable de Clarín?”.
“Más allá que pueda gustar o no Clarín, (con ese gesto) se despierta, aviva, fogonean fuerzas ocultas o gente que quiere tomar venganza por mano propia, o que quiere quedar bien con el poder; me parece en este contexto un manejo irresponsable”, acusó.
GOBIERNOS HEGEMÓNICOS
Sirvén realizó durante la entrevista un detallado repaso del caso del fiscal Alberto Nisman, quién acusó a la presidente Cristina Fernández y al canciller, Héctor Timerman, de haber pactado la impunidad de los autores de un atentado contra una mutual judía en 1994 que costó la vida de 85 personas, a cambio de petróleo y otras posibles prebendas.
Repasó cómo Nisman apareció muerto en su departamento y toda la ramificación de sospechas que se despliegan desde ese episodio, y también la forma cómo está manejando el caso el oficialismo, manejo al que acusó de ser fascista.
“En estos 31 años de democracia hemos tenido dos gobiernos hegemónicos poderosísimos que debilitaron las instituciones, uno fue el Menemismo (Carlos Saúl Menem), entre 1989 y 1999, y otro es el Kirchnerismo (Néstor Kirchner) con sus tres gobiernos, el primero de Néstor Kirchner y los otros dos gobiernos de Cristina aún transcurriendo”, sintetizó.
Sirvén deslizó una observación aguda: de los 31 años que lleva Argentina desde que recuperó la vigencia de la democracia, tuvo 24 años de gobiernos hegemónicos, con claros desbordes en el ejercicio del poder.
Señaló que eso pasa “desde 2003 hasta ahora, y en 2015, este mismo año, el 10 de diciembre, (Cristina Fernández) debe entregar el poder a su sucesor”.
“Esta hegemonía de estas dos caras de un mismo partido, estamos hablando del partido mayoritario de la Argentina, el Peronismo, que en los ’90 nos regaló una suerte de neoliberalismo precario, y en los 2000 nos regaló una suerte de gobierno progresista también muy precario, bolivariano, por llamarlo como es la moda en buena parte de nuestro continente”, se desvió para mostrar otra paradoja del partido gobernante.
INSTITUCIONES DÉBILES
A causa de esas hegemonías, Sirven sacó otra conclusión: “Esto de alguna manera debilitó las instituciones y también a los partidos políticos, porque los partidos políticos se acostumbraron a ser oposición, se acostumbraron a no ser llamados, a no ser tenidos en cuenta, a no ser los responsables de ninguna medida que se tomara”.
“Y esto se nota en la falta de iniciativa, a veces en propuestas muy pobres, cuando tuvieron la mayoría en el Congreso en algunos de estos años del Kirchnerismo pudieron sacarle muy poco partido”, interpretó.
Sostuvo que por ello es que “a la gente la llama a decir que el Kirchnerismo tiene, para mal o para bien, gobernabilidad, como la tuvo también el Menemismo; el gran desafío de la oposición es unirse, los que se puedan unir, porque tampoco se trata de reunirse de cualquier manera”.
“Ya hemos tenido una experiencia mala en ese sentido, como fue el gobierno de la Alianza, que terminó en el cataclismo socio económico político de 2001, pero alguna suerte de alianza sí es necesaria porque el gobierno tiene su poder, tiene un candidato que no lo termina de reconocer, como es el gobernador de la principal provincia de Argentina, Daniel Scioli”, advirtió.
Expuso que “hay una expectativa con (el gobernador de Buenos Aires, Mauricio) Macri, que era uno de los candidatos con más posibilidades frente a Scioli, como también Sergio Masa, que viene del riñón Kirchnerista, donde fue jefe de gabinete del Kirchnerismo”.
“Entre esos tres candidatos seguramente estará el futuro presidente de la República”, pronosticó.
Dijo que “entre medio vamos a tener las PASO, que son como las primarias, y habrá que ver si ahí hay alguna sorpresa inesperada, y se suma alguien más a estos candidatos o no”.
“Por de pronto hay como cierta expectativa ahora por esta unión muy fuerte entre Mauricio Macri y Elisa Carrió; por otro lado el líder del Radicalismo, (Ernesto) Sanz, se reunió con Masa”, volvió a esbozar.
Apuntó que hay “movimientos como para decir hagamos una gran interna de la oposición para tener un poderoso candidato bien plantado frente al candidato que pueda ser del gobierno, sea Scioli o (Anibal) Randazzo, o el que salga finalmente, el que surja de las PASO”.
“Así que en ese sentido también vamos a tener un lindo baile como de naipes, de cartas que se van a ir desplegando a lo largo de todas elecciones provinciales que prácticamente en pocas semanas ya empieza y no para más hasta octubre, que es la gran elección presidencial”, completó.