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Los dirigentes negaron que haya aumentado la cantidad de yates surtos en baja temporada, como afirmó el jerarca del MTOP. Por el contrario, insistieron en que debido a los costos de las amarras los propietarios resuelven llevar sus embarcaciones a otros puertos.

Por esto, reclaman un cambio el sistema de adjudicación de amarras en Punta del Este y que sea por orden de llegada y no por reservas, como ocurre acá.

Los operadores afirman que este sistema es “irregular” y “turbio”, mientras Camaño defiende la “transparencia” de este mecanismo.

Además, entienden que los precios son excesivos para los servicios que presta el puerto de Punta del Este ni existe una infraestructura adecuada para yates grandes.

Afirman que el puerto de Piriápolis está saturado y el de Punta del Este, que “está vacío”, no tiene posibilidades de ofrecer un servicio de mantenimiento adecuado.

Tras acusar a las autoridades de desconocer la náutica y la operativa portuaria, insistieron que no se está funcionando “como corresponde”.

Ahora esperan que,con la mediación del alcalde Martín Laventure, el Ministro de Transporte y Obras Públicas responda a la carta que le enviaron para denunciar la situación y ofrecer propuestas, porque entienden que el diálogo con Camaño no conducirá a buen puerto.