Enrique Ortega es finalista del reality Supercerebro de NatGeo
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Enrique Ortega es finalista del reality Supercerebro de NatGeo

Enrique Ortega Salinas, que junto a Juan Pablo Culasso, son los dos uruguayos que este lunes 17 de febrero competirán en la final de cinco participantes del programa Supercerebros de National Geografic. El mismo es realizado en San Paulo, en la sede latinoamericana de la señal televisiva.

Abogado de profesión, Ortega Salinas dijo en la entrevista que por contrato no puede contar intimidades de lo que ocurre en ese reality show, ofreció su versión de lo que ha sufrido para llegar a la final.

Mencionó al pasar que hay otro uruguayo. Es Juan Pablo Culasso, un uruguayo de 28 años que vive en Campinas, Brasil, es ciego y participa identificando pájaros por sus nombres en latín de sólo escuchar un tramo de sus trinos.

Ortega Salinas participa en pruebas de memoria, por las que consiguió ser inscripto en el libro de récords de Guinness memorizando de una sola mirada un número de 320 cifras, y el ordenamiento exacto de un mazo de 52 cartas reconociéndolo en 49 segundos de pasarlas una tras otra.

OBJETIVO POPULARIDAD

Ortega inició la entrevista, antes de responder la primera pregunta, con esta afirmación: “Me ha mermado la correspondencia femenina porque en la página de NatGeo dice que tengo 55 años; tengo unos cuantos años menos, es un error que hay en la página”.

El comentario, que a primera oída luce simpático, cargado de humor fino, se modifica cuando al final de la entrevista él mismo explica por qué participa, ya que el premio al ganador es de 45 mil dólares, una cifra que no le cambia la vida a nadie.

“No me gusta decirlo, yo ya gané 4.500 dólares por el solo hecho de haber clasificado; ahora el resto no gana nada; sí ganan en forma indirecta, porque a raíz de este programa a mí me están llamando de México, de Colombia, de Venezuela, ayer me llamaron de Chile, me están llamando de todas partes del mundo”, desnuda.

Agrega que la participación “da una proyección que en definitiva luego redunda en beneficio económico; si bien se podía haber sido más generoso, por ejemplo, haberle pagado a cada participante los 4.500 ganara o no, al que clasificara podían darle 10.000 o 15.000 dólares”.

“Está bien, pero el beneficio viene por otra parte, es como cuando entré al libro de los record Guinness cuando memoricé un número de 320 cifras con una sola lectura, y un mazo de naipes, en 49 segundos, nadie me pagó nada, pero luego me llamaron de todas partes del mundo, y eso de hecho cambió mi vida”, cuenta.

MEMORIA Y LA POSTULACIÓN ESCONDIDA

Consciente de que participa de un entretenimiento televisivo que muestra, entre otras, su capacidad para memorizar cosas, Ortega aprovechó la entrevista para lanzar lo que pareció un desafío a las autoridades y gremios de Uruguay en materia de enseñanza.

“Lo mío no pasa sólo por la memoria, lo mío es razonamiento, es creatividad, es desarrollar el espíritu de investigación para descubrir nuevos caminos y resolver problemas”, explicó, como si fuera una estrategia de marketing perfectamente estudiada.

Y finalmente se postuló: “Lo que sigo clamando es, no por una reforma, una revolución educativa, espero que tanto los gremios docentes, como el ministro de Educación y Cultura, abran más que los oídos, abran la mente, porque caramba, si la National Geografic me pone el ojo encima, perdón la soberbia, pero por algo será”.

¿EL CAMINO ES LA RECOMPENSA?

Ortega señaló que “para realizar este programa primero hubo una preselección de más de 350 personas, pero no sólo de América, gente de España, el colombiano (Jaime) García (Serrano, la Calculadora Humana) que es un record Guinness”.

“Había unos cuantos record Guinness; está Yusnier Viera, cubano norteamericano, que es especialista y pasó a la final, calcula el día de la semana que cayó cualquier fecha de cualquier año, de cualquier época, lo dice en segundos, tiene la marca mundial”, prosiguió.

Mencionó a “Arturo Mendoza Huertas, es de Perú, (matemático) calculista y también está en los libros de los record Guinness; el otro que está en el libro Guinness soy yo”.

“Dentro de esos centenares de personas estábamos dos uruguayos, Juan Pablo, que es un chico ciego que vive en Brasil; él clasificó en el primer programa, y tiene la virtud, pese a ser ciego, de reconocer y dar el nombre científico de las aves con sólo escuchar su canto, hablo de centenares de aves, y da el nombre en latín”, explicó maravillado.

Y volvió a referir a él mismo: “Luego estoy yo; el lunes (10 de febrero) pasé a la final tras responder sobre la cronología de América latina, fue una serie de fechas que me entregaron un mes antes; en realidad, por distintas circunstancias, tuve que memorizar esa cronología de seis siglos de historia en mucho menos tiempo”.


Foto: Neturuguay.com

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