"LA INDENDENCIA NO ES UN KIOSCO"
GENERAL 18:30

"LA INDENDENCIA NO ES UN KIOSCO"

Carta abierta del secretario de Comunicaciones de la Intendencia de Maldonado, Fernando Salazar, en respuesta al arquitecto Roberto Chiacchio, director de Planeamiento de la adminstración Burgueño.

"La Intendencia no es un kiosco (*)

Algún día habría que hacer un estudio sobre las contradicciones en el discurso político de los blancos de Maldonado. En la misma audición radial donde Antía reitera su negativa a apoyar los esfuerzos del municipio y de empresarios locales por atraer inversores en España “porque no confía en el Intendente De los Santos”, también proclama su preocupación por la falta de diálogo. Federico Casaretto se coloca a sí mismo como el hombre más apto para el diálogo en Maldonado mientras se para permanentemente en la cancha de una manera que hace absolutamente imposible recomponer los puentes que él mismo rompió. Y el arquitecto Roberto Chiacchio reclama por radio que el Intendente “termine de ensuciar la gente” para acto seguido tratar al barrer al Intendente y a los miembros del gobierno de tarados, inútiles y perdedores. Chiacchio es dirigente del Renovación, el sector de Casaretto, que en un comunicado emitido un par de días después de la entrevista en Gente FM, señaló lo siguiente: “El sector Renovación del Partido Nacional quiere reivindicar el desarrollo de una campaña electoral donde prime la tolerancia, la sensatez, un comportamiento cívico adecuado y fundamentalmente el debate de ideas y propuestas”. Sin palabras.
El tono de los discursos de los blancos se ha ido empobreciendo a medida que avanza la campaña. Todos piden altura mientras bajan a niveles de sótano. Ahí está un edil tomando a la gente por tonta con el número de funcionarios de la Intendencia o el tema del auto del intendente. Lo único que demuestra es que tiene enormes dificultades para identificar puntos débiles de la actual administración para utilizar en la campaña electoral.
No he tenido la oportunidad de escuchar el reportaje que le hicieron a Roberto Chiacchio en Gente FM, pero en la tapa del Realidad del 31 de julio pude leer un extracto de la nota, y la retahíla de insultos. El ex jerarca pierde el aire de técnico de buenos modales para meterse de lleno al barro, sin tener en cuenta que el insulto en política es un bumerang que degrada a quien lo lanza.
Pero en los pocos párrafos que no insulta, Chiacchio expresa una opinión reveladora. Dice que la Intendencia “es más fácil de manejar que un kiosco”, lo que explica cual es el concepto que tiene de la función pública. Es una opinión calificada de un ex gobernante: efectivamente, así manejaron los blancos la Intendencia, como si fuera un kiosco, o más bien como si fuera su kiosco.
Aunque si se mira bien el asunto, quizás tenga algo de razón en lo que dice. Porque manejar esta intendencia como lo hicieron los blancos es una papa. Al fin y al cabo, hay que ser más que tarados (para utilizar sus propios términos) para complicarse la vida con reglas y controles autoimpuestos cuando desde hacía años la cosa se hacía de una manera mucho más cómoda. Es una imbecilidad, por ejemplo, implementar el ingreso a la administración por concurso o sorteo, cuando antes (cuando Chiacchio era miembro del gobierno) se elegía a dedo los que entraban y los que ascendían, método que como es sabido es mucho más cómodo y permite elegir mejor la gente (escuché una vez una entrevista al Secretario General de la Intendencia blanca defendiendo el sistema del dedazo “por expeditivo”). Hay que ser rematadamente tonto para hacer en estos últimos cuatro años más de 200 licitaciones cuando en los cinco años de la administración anterior se hicieron solamente 88. ¿Para qué te vas a complicar con procedimientos competitivos cuando podés darle directamente los negocios a tus correligionarios y amigos? No hay dudas de que para Chiacho y sus amigos la Intendencia se administra como un kiosco. De otra manera no es posible entender como lograron llevar a 30 millones de dólares el déficit municipal. Eso sí: seguramente eran técnicos adecuados, con título universitario y especialistas en su tema, como le gustan al arquitecto Chiacchio. Los torpes frenteamplistas Mauro Mendiburu y Pedro González bajaron ese déficit a la mitad, mientras a la vez se renovaba la flota hecha pedazos que había dejado la administración anterior y se hacía más obra que nunca. Y ni que hablar de la imbecilidad del gobierno del FA de complicarse la vida al santo botón con las Juntas Locales. ¿Para qué? Los blancos (enemigos del centralismo, por lo menos de boca) no las integraron en los dos últimos gobiernos que tuvieron.¿A quien le importa, si total quedan allá lejos?
Y es compartible lo que dice Chiacchio de “Alvarito” Luzardo. El pobre no sabe nada de tránsito. Y miren lo que se ha hecho en su área. ¡Seis rebajas parciales del precio del boleto! Renovación de la flota, ampliación del boleto gratuito, nuevos recorridos, rebaja en el precio de la libreta de conducir ¡lo que hubiera sido si se hubiera puesto a alguien que supiera! ¿Y la política de viviendas? Hay que ser rematadamente imbéciles para aplicar criterios y sorteos cuando era tan fácil y tan reconfortante entregarlas a cambio de la visita al comité. Es cierto, a alguno se le fue la mano y está preso, pero desprolijidades pasan en todos lados. Para seguir con políticas sociales, lo que hizo este gobierno con la canasta de comestibles, las chapas, etc., es simplemente de retrasados mentales. Eliminaron el viejo y querido clientelismo que en definitiva tenía hasta algo de justicia divina (los que quieran algo que demuestren lealtad y se lo ganen en el comité político) y en cambio ahora todo lo distribuyen en base a los informes de los asistentes sociales y sin mirar el pelo político. ¡Da risa tanta ingenuidad rayana con la estupidez! Y me perdonarán los tontos de Cultura que no hable de ellos, que están haciendo la mejor gestión cultural en la historia departamental pero podrían hacerlo aún mejor. Y podría seguir área por área, pero sería muy extenso. Una última taradez del equipo de gobierno. En cuatro años de gobierno no han sabido hacerse de amigos que les regalen casas ni electrodomésticos (grande Estela... ¡ese sí es un ganador!), no se han comprado mansiones ni grandes extensiones de campo, no han cambiado en forma meteórica su nivel de vida. En ese sentido, como dice Chiacchio, efectivamente es un equipo de perdedores. La inversión creció, pero no enriqueció a nadie del gobierno. En cambio la tasa de desempleo se redujo en el departamento del 12% en el año 2005 al 5% en el primer cuatrimestre del 2009. La tasa de empleo es la más alta del país. Y la pobreza, que en el 2005 era del 17,3%, hoy está en el 9,2%. Son los números de este gobierno de torpes y tontos. Que la gente compare el resultado del equipo de profesionales y especialistas de Chiacchio y el equipo de perdedores del gobierno del FA..
Lo que molesta a Chiacchio y los demás blancos es que a esta altura va quedando claro para la población como ha sido la gestión del gobierno. Gobierno que ha establecido mecanismos democráticos de funcionamiento, que ha logrado aumentar la inversión estableciendo reglas de juego claras al capital, que ha eliminado el clientelismo como forma de relación entre el aparato municipal y los sectores más vulnerables. Que ha reducido el enorme déficit, y encima ha hecho muchas pero muchas más obras. Cuando el vecino sale de su casa, las obras que ve han sido realizadas por esta administración o por la de Burgueño. Durante los 5 años de Antía, no se realizaron obras importantes. Lo que sí se hizo fue dejar caer el parque automotor y de maquinarias, se deterioró enormemente el estado de calles y avenidas, se rebajó el sueldo de los funcionarios, y se llevó hasta extremos inauditos la confusión entre el aparato del estado y el del partido.
Para finalizar, un aspecto aparte que también es digno de estudio, es el odio que Chiacchio tiene –y varios de sus correligionarios- al Intendente Óscar de los Santos. Se rasgan las vestiduras hablando de diálogo mientras lo insultan como no se ha insultado jamás a un intendente en este departamento. Les molesta que sea tan obstinadamente honesto. Les molesta que sea un obrero de la construcción. Les molesta que done la mitad de su sueldo (ese monto absurdo que ellos mismos fijaron cuando creían que Antía iba a ganar) para que se haga realidad el proyecto de la sede propia de la Universidad en Maldonado. Y tienen el gran problema de que no hay con qué darle. Les ha fallado una y otra vez la “operación embarre”. En cuatro años le han tirado con todo, sin lograr convencer a un solo maldonadense de que el Intendente es deshonesto.
Pero no hay que ser ingenuos: en el fondo, lo que más les molesta –lo que les duele- es otra cosa. Les duele que se haya desalojado del poder a un nudo de intereses empresariales, basicamente de la construcción, estrechamente vinculado al aparato partidario nacionalista, que se había adueñado de la Intendencia cuando los blancos llegaron al gobierno en la década del 1990 y reinó por 15 años. Ahora en cambio la gente común y corriente tiene a uno de los suyos gobernando en función de los intereses de todos. Y eso es un pecado que a muchos resulta insoportable"

(*) Fernando Salazar, secretario de Comunicaciones de la IMM. Gaceta del Este, martes 4/08/09.

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