@MARCAClaroARG
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VERGUENZA MUNDIAL. Pedradas, asaltos y jugadores heridos: la final que avergüenza a Argentina. El 'superclásico' por la Copa Libertadores empezó con una violencia que se esperaba, pero no tan pronto ni así. Hinchas de River atacaron a pedradas el autobús de los jugadores de Boca Juniors a su llegada al Monumental, el estadio de los millonarios donde se debía disputar la segunda vuelta de la final del gran torneo latinoamericano. Seguidores 'gallinas' lograron burlar la seguridad y romper con piedras varios cristales del autobús de Boca. La Policía, para dispersarles, lanzó gas pimienta y gas lacrimógeno, sustancias que se colaron en el interior del vehículo y afectaron a varios jugadores bosteros, entre ellos a Carlos Tévez.

Para acceder al Monumental, el templo del River, es necesario pasar varios controles de seguridad, de la gendarmería y la policía. Tras los incidentes las autoridades de la ciuda de Buenos Aires clausuraron el citado escenario de juego, por lo cual no se sabe donde se jugará la finalísima.

Este se considera el partido argentino de todos los tiempos, los dos rivales eternos en una final internacional, es un partido de altísimo riesgo.

Pero se esperaba que los choques comenzaran después del encuentro, cuando las hinchadas se encontrarán en el Obelisco. En los estadios argentinos, desde 2013, no está permitida la hinchada visitante. La violencia obligó a tomar esa medida extraordinaria. Está por ver qué medidas se toman tras el ataque de hoy a los jugadores del Boca. En un primer momento, la Conmebol, tras reunirse con ambos clubes, decidió retrasar el partido al menos una hora. A las 22 horas (horario español) (18 hs del Río de la Plata). Posteriormente, volvió a anunciar que el duelo comenzaría a las 23.15 de España (19.15 locales=, para finalmente aplazarlo al domingo a las 21 horas en España, o sea las 17 hora local."Estaba todo listo para un desastre", comenta Pablo Alabarces, sociólogo y experto en la violencia del fútbol argentino.

Tras el incidente, los jugadores de Boca Juniors tuvieron que ser atendidos en el vestuario. Algunos de ellos, con cortes en los brazos; otros vomitaban por los gases pimienta. Pablo Pérez, capitán de Boca Juniors, y Gonzalo Lamardo se retiraron del vestuario para ser trasladado a una clínica tras la agresión que sufrió el autobús.
Sin embargo, los médicos de la Conmebol emitieron un comunicado en el que reconocen lesiones sufridas por los jugadores de Boca Juniors tras el ataque de los hinchas de River Plate pero aseguraron que no pueden "confirmar" lesiones de córneas y que por eso no existe causal para suspender el partido."Los jugadores de Boca Juniors sufrieron lesiones de piel superficiales en miembro superior, miembro inferior, facial y tronco. Del mismo modo 2 jugadores refirieron lesiones en la córnea, la cual no se pudo confirmar por nuestro cuerpo médico", dice el comunicado. "Debido a esta situación, consideramos que desde el punto de vista médico no existe una causal para la suspensión del encuentro", añade el texto. (Crónica publicada en el diario El Mundo de Madrid)

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