EFE
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CASUALIDAD? La capital colombiana quedó paralizada ayer por una ola de vandalismo y violencia en el sur de la ciudad que obligó a las autoridades a decretar un inédito toque de queda en todo Bogotá para tratar de restaurar el orden público.

La medida se tomó inicialmente para tres populosos barrios del sur, los de Bosa, Kennedy y Ciudad Bolívar, pero ante el deterioro de la situación el presidente colombiano, Iván Duque, pidió al alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, la ampliación a toda la ciudad.

"Le he solicitado al alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, que apliquemos toque de queda en toda la ciudad, a partir de las 9 de la noche. Nuestro objetivo es garantizar la seguridad de todos los bogotanos", escribió Duque en su cuenta de Twitter.

Encapuchados se enfrentaron a la Policía y saquearon comercios, una secuela de los disturbios del jueves tras la protesta pacífica contra la política económica y social del Gobierno.

Vándalos bloquearon las principales estaciones de transporte público en el sur de la capital colombiana, preludio del caos que se desató horas más tarde en barrios populares como Patio Bonito, Molinos, Perdomo, Meissen y Tintal, así como en la vecina localidad de Soacha, que también declaró el toque de queda.

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