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Más de 1.500 personas manifiestan en la plaza de Armas de Asunción contra el juicio político que la oposición aprobó para el presidente paraguayo Fernando Lugo por mal desempeño de sus funciones. El Senado decidirá si lo destituye o no mediante un juicio que Lugo considera un "golpe de Estado". En declaraciones a Radio Montecarlo de Montevideo, Lugo afirmó que espera el desenlace de este proceso con “serenidad”, con la esperanza de que “prime la cordura” y que los parlamentarios atiendan “la defensa racional” que ofrecerá durante el juicio que consideró “injusto, inmerecido y sin fundamentación” y definió como “un golpe de Estado parlamentario".
Al hablar con Radio 10 de Argentina, Lugo remarcó que fue “imputado por los aliados del Partido Liberal, que con este proceso ha demostrado que es un partido tradicional y oportunista que sólo busca beneficios desde el Estado”. “Mi política siempre ha sido la de la transparencia con todos los paraguayos y la de impulsar el bien común", dijo el mandatario, según cita el sitio argentino infobae.com. Los diputados "han presentado un libelo acusatorio de cinco puntos que no justifica para nada la destitución de un presidente que fue electo democráticamente", agregó el ex obispo. Si los parlamentarios lo destituyen, Lugo será sustituido por el vicepresidente Federico Franco, del mismo Partido Liberal que promovió la destitución de Lugo. “No extraña que sectores de este partido tradicional, que nunca se identificó con las clases populares, se haya aliado con el Partido Colorado para sacarme del poder", sentenció el mandatario.

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