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Berta, su señora y los chicos, viven en una casa del barrio Marley, próximo a Beverly Hills. Es una zona de frondosa vegetación, casi boscosa.

Para la seguridad del grupo familiar y la vivienda, hizo instalar un sistema privado de vigilancia que incluye cámaras de seguridad.

“Eso fue antenoche, estábamos mirando televisión como habitualmente a la noche después que uno deja de trabajar y más o menos tipo 12:30 de la noche acostamos los chiquilines, un poquito antes”, contó Berta.

Agregó que ”después nos fuimos a acostar nosotros, y nos dirigimos hacia el dormitorio; a los cinco o 10 minutos, más o menos, sentimos un estruendo muy grande, un vidrio que se rompió, después mucho golpe, ahí sonó la alarma, y llamamos a la policía”.

“Cuando salimos ya se habían llevado la televisión, quedaron los vidrios rotos del ventanal”, sintetizó.

Acotó que "al sentir la explosión en el momento nos dimos cuenta que algo grave pasaba, mi señora enseguida dijo esto es un robo, y nos quedamos encerrados en el dormitorio”.

“Estamos con los chicos y uno nunca sabe si vienen armados o qué, llamamos a la policía, vino la alarma, esperamos un poco a ver qué pasaba”, detalló. Señaló que el dormitorio está en la misma planta que el living comedor y el resto de la casa.

Confirmó que mientras estaban encerrados en el dormitorio sintieron que andaban extraños dentro de la vivienda. “Se sentían golpes; obviamente que estaban ahí tratando de arrancar el plasma, el televisor que se llevaron”.

Explicó que lo único que se llevaron fue “el televisor, sí, claro, comienza a sonar la alarma e incluso el vecino de la casa de enfrente también acciona el pánico y ahí no les queda otra que irse”.

“No sé qué hubiera pasado si uno no tiene la alarma puesta o si se les antoja dirigirse a la habitación donde nosotros estábamos”, advirtió como algo que no había pensado hasta el momento. De inmediato insistió en que “nosotros estábamos trancados en el dormitorio”.

LLEGA LA POLICÍA

Berta estimó que la llegada de la policía “fue bastante rápido, demoraron ocho minutos más o menos en venir; aparte, claro, para uno es como que demoró un montón, lo que pasa que claro, dependiendo de donde esté el patrullero”.

Negó que hubiesen sentido algún vehículo en la zona antes o después del robo y aclaró que llegaron caminando y que las cámaras de vigilancia registraron el arribo a pie.

“Ellos quedaron registrados en las cámaras” cuenta Berta y agrega que uno tenía la cara descubierta y el otro con capucha pero la cara está descubierta”.

Afirmó que los intrusos “están identificados, por lo menos uno de ellos, fue lo que dijo la policía, ya sabían quién…, quienes son”.

“Muy poco (estuvieron dentro de la casa), si uno mira entre que rompen el vidrio y entran, creo que para romper el vidrio y entrar son dos segundos, mirado en la hora son dos segundos”, pero que para el matrimonio fue una eternidad.

Indicó que “cuando ellos se deciden a entrar que uno le hace seña al otro y entran, ahí en el video se ve que entre que rompen el vidrio, se deciden a entrar y entran son dos segundos, y para salir creo que tienen un segundo más”.

“O sea que dentro de la casa no sé si han estado dos minutos, capaz que no, menos, menos de dos minutos, creo que un minuto capaz que un minuto y algo, no sé”, dice, confuso.

LA ROTURA DEL VENTANAL
Berta manifiesta que el ventanal por el que entraron es verdaderamente grande, lo “rompen con una piedra, chica no más, la piedra quedó acá adentro incluso, lo rompen con una piedra y después uno saca los vidrios, se ve cómo está sacando los vidrios un poco, y nada, entraron así, en un segundo”.

Sobre lo robado cuenta que fue “un plasma de 42 pulgadas, era grande sí, tampoco son de los más grandes pero tiene su porte”, y completa que se fueron “por el mismo lugar que entraron”.

“En realidad no salimos (del dormitorio hacia el interior de la vivienda), salimos por otro lado, tenemos otra salida adicional justamente de protección para eso y cuando llega la policía incluso yo no salgo por el frente porque uno no sabe si quedó algún rezagado, quiénes eran o cuántos eran”, continúa el testimonio.

Advierte que “en el momento no sabíamos nosotros lo que estaba pasando, sólo después cuando miramos las grabaciones; incluso cuando llegan, que llegan caminando por la calle, después esperan un poco como que analizan la situación y después que se deciden sí, entran como una tromba y arrancan el vidrio".

“En el momento necesitaron un minuto, más o menos, lo que se ve es un minuto y medio cuando se deciden a entrar”, dijo.

Apuntó que cree que si se daban cuenta que había gente en la casa “hubiesen entrado igual porque ellos no ven hacia adentro, porque tenemos cortinado de black out; las cortinas están cerradas, yo no sé si se percataron que nosotros no estábamos”.

“Nosotros normalmente miramos la televisión con una luz prendida, es una luz que está en el living, que es baja, y la miramos con una luz prendida; lo que hicimos fue apagar la televisión e irnos; en un momento uno de ellos como que escucha algo, dice que sí, y ahí accionan para romper el vidrio”, repasa lo que después entendió viendo los videos.

Despejó que no se los ve armados: “Armas no se ven para nada, no, en el momento no se ven para nada armas, se ve cuando tiran la piedra se separan un poco del vidrio y después supongo que se habrán ido caminando no más con el plasma”, dice, como queriendo ponerle punto final a su relato.

Indica que las cámaras no registran muy claramente cuando se van, al menos no hay nada que hayan visto particularmente.

LOS CHICOS
Berta afirma que después les contaron a los chicos lo que había pasado ya que al momento del robo ellos estaban durmiendo y no se despertaron. Sin embargo, y teniendo en cuenta que uno tiene diez años, el matrimonio relató la verdad y entienden que un hecho de esta naturaleza no puede ser ocultado porque “es parte de lo que está pasando”.

Federico Berta finalizó resaltando la labor de la policía y de la empresa de alarmas de quienes dijo que “se portaron muy bien” y que la respuesta de ambos fue rápida y se quedaron bastante tiempo en la casa recabando toda la información y ayudando a la familia a tapiar con madera el ventanal destrozado.