Una abogada de Maldonado se comunicó con FM Gente en un desesperado pedido de ayuda para un ciudadano nigeriano de 35 años de edad, radicado en la capital departamental desde hace dos años. La mujer afirma que su amigo fue explotado en varios trabajos, que ha sido víctima de racismo y que está sufriendo aún más necesidades que en su país. Él sólo pide trabajar.
“Le escribo, en un último intento porque alguien se sensibilice con el tema, solo necesita que alguien le dé una oportunidad. No le importa si lo toman en la construcción, en un depósito, en donde sea, pero necesita trabajar porque realmente creo que está sufriendo aún más necesidades que en su propio país”, escribió la abogada, que pidió no ser identificada, en una carta dirigida al director de FM Gente, Alexis Cadimar.
La profesional explicó que su amigo llegó hace dos años a Maldonado y que ella lo ayudó a tramitar su cédula de identidad y le ofreció albergue. Desde entonces lo vio superarse, aprender a hablar en español y presentarse una y otra vez ante diferentes empresas en busca de trabajo.
Sin embargo, nunca pudo salir adelante. “Me avergüenzo de decir que ha sufrido enormemente la discriminación de mucha gente, como nunca pensé que ocurriría”, lamentó la abogada, y explicó por qué.
RACISMO I
Relató que su amigo se presentó a un trabajo donde necesitaban alguien que hablara inglés “nativo” y estuvo tres meses haciendo pruebas.
Aunque el gerente le dijo que sería contratado en forma definitiva, poco después el nigeriano escuchó cómo el dueño de la empresa llamaba al mando medio para informarle que “no quería un negro” trabajando allí.
El gerente mandó lo mandó a su casa y le dijo que volviera al día siguiente, pero ese mismo día lo despidieron mediante un correo electrónico.
RACISMO II
Después lo tomaron en un lavadero. Afirmó la abogada que lo hacían trabajar todos los días, muchísimas horas, haciendo todas las tareas.
“Nunca le pagaron lo que correspondía, comía poco, le bajaron las defensas y se enfermó. Cuando volvió ya no tenía trabajo y, lo peor, lo destrataron como persona. Por supuesto nunca quiso reclamar nada. ‘Pero yo solo quiero trabajar´, me contestó”.
UN TRABAJO "DONDE SEA"
La mujer añadió que mandó “miles” de currículos a diferentes lugares y que nunca llamaron a su amigo, aunque tiene 35 años y buena presencia.
“¿Por qué tenemos que cortar radicalmente los sueños de una persona que eligió nuestro país y, concretamente, nuestro departamento para vivir y hacer su vida? ¿Simplemente porque no tuvo la suerte de nacer acá y nació en África? ¿O porque es negro o afro?”, inquirió.
Añadió que ella también atraviesa una difícil situación económica – de hecho dejó de ejercer para trabajar en una inmobiliaria- por lo cual se le hace cada vez más difícil sostener a su amigo.
Sin saber a quien más recurrir, la mujer pidió leer esta misiva al aire en la emisora, clamando por un trabajo “donde sea para que esta persona vuelva a creer que la vida no es tan mala y que los uruguayos tampoco”.