La Box, un clásico para los más jóvenes, reunió 8000 personas, We Celebrate, también destinada a millennials, 6000. En Finca Narbona, además de su tradicional comida para exclusivos invitados y clientes, Unlock hizo su megafiesta en las orillas de los viñedos. Para los "más 25" argentinos, hubo una fiesta favorita: la Sensation. Ubicada en el Club de la Playa, en Manantiales, era la de más fácil acceso, un dato no menor para aquellos que buscan moverse con tranquilidad y reducir las aventuras en auto tierra adentro. Allí pasó música Calu Rivero y puso a bailar a todos lo mejor de la música tropical del momento.
Pasando José Ignacio, hubo otro megaevento, la Destino Pacha, en Laguna Escondida.
Además, surgieron otro puñado de festejos más selectos, a los que se accedía solo con invitación, como una misteriosa fiesta en la ruta 104, para la que se montó desde días antes un operativo, y una fiesta en Laguna Blanca que mantuvo el tránsito entre Manantiales y La Barra muy apretado durante varias horas.
En la península, la más convocante fue Allucination, en Ovo, el boliche de Enjoy Conrad. Por su lado, las celebrities argentinas tuvieron sus propios festejos: Valeria Mazza y Alejandro Gravier fueron anfitriones de varios amigos en su Finca Valeria, y luego se sumaron a la fiesta que organizó Eduardito Costantini en la casa de su padre en Punta Piedras.
Un convite interesante y sobre todo agradable, con salida directa a la playa. En esa misma fiesta estuvo presente el actor Chris Pine, de Star Trek, que luego terminó su noche en Unlock. Un raíd que muchos imitaron.
El clima acompañaba con un aire cálido muy poco común en las noches esteñas. Había espíritu de festejo, y se bailó hasta el amanecer.
Fuentes: La Nación