El edil colorado Carlos Flores analizó en la Junta Departamental las expresiones vertidas por el director Nacional de Policía, Mario Layera. Dijo que tras el impacto que produjeron las manifestaciones del jerarca, ha llegado la hora de actuar de un modo serio para combatir de la delincuencia.
Consideró que los dichos de Layera “han producido, evidentemente, un impacto en el Gobierno que, como es natural, celebramos. Y lo celebramos porque al fin se asumen algunas cuestiones que no se querían reconocer, que aparentemente no se querían resolver o que abordarlas implicaba, de alguna manera, conflictos de toda naturaleza, conflictos con un orden establecido por sectores de poder entre distintos sectores del partido de gobierno o con corporaciones políticas y sindicales y, en realidad, lamentablemente uno observa que para algunos son como las vacas sagradas de la India, que no se pueden ni siquiera tocar”.
TOMA DE DECISIONES
Agregó que el jerarca dijo “que hemos caído en una anomalía social en la que no se cumplen las leyes y nadie quiere hacerlas cumplir, en realidad no hace otra cosa que reconocer que hay decisiones que no se toman o, algo que es peor aún, que la decisión que se toma es precisamente no hacer nada”.
Señaló que también manifestó que “el Gobierno está muy compartimentado ‒como dijo‒, que la Policía no accede a determinada información que tiene el Mides, por ejemplo, porque es reservada, que la Policía no accede a información del BPS ni de Secundaria o de Primaria, lo que les permitiría contextualizar y ver el perfil de la gente con la que están tratando, para saber cuántos estudian, cuántos están registrados en el BPS o cuántos están fuera del sistema. Esto no quiere decir que todos sean violentos, dice él, pero daría una idea del crecimiento de los problemas en el primer nivel de socialización, que es la familia ‒como él dice‒, donde los jóvenes no estudian ni trabajan, tratándose de generaciones enteras de familiares con antecedentes. El director nacional de Policía dice que allí está el mayor nivel de reproducción, advirtiendo que un día los marginados van a ser mayoría, y se pregunta cómo se van a contener; evidentemente se dicen cosas muy importantes”,
Flores subrayó que, “en definitiva, lo que hay que hacer es abordar los problemas de la seguridad ‒atendiendo a esta descripción que hace el director nacional de Policía‒ de una manera integral, entendiendo el proceso de degradación sociocultural que estamos padeciendo. Esto es algo que reconoce un funcionario de gobierno: los fracasos en materia de políticas sociales y educativas; en definitiva, de políticas de equidad en el acceso a las oportunidades de desarrollo, que mucho tienen que ver con la inseguridad que vivimos”.
Apuntó que esta situación “provocó la convocatoria por parte del presidente de la República a los distintos jerarcas para ‘mejorar el intercambio en la coordinación’ ‒se dice‒ entre estas instituciones”.
“La verdad es que presumo que, lamentablemente, se trata de la mejor manera de seguir flotando ‘a lo Vázquez’, diría yo. Porque es como dice aquella frase que algunos le atribuyen a Napoleón ‒que los argentinos, a quienes les gusta ser el centro del universo, se la atribuyen a Perón‒: ‘Si quieres que algo no funcione, lo que hay que hacer es crear una comisión’”, apuntó.
UNA VOZ PARA LA REACCIÓN
“Pero, de todas formas, y a pesar de esto, creo que es bueno que desde el Gobierno exista al menos una voz que haya provocado esta reacción y que se haya predispuesto un espacio, sobre todo a nivel mediático, para la reflexión acerca de las causas que llevan a sectores cada vez mayores de nuestra población a delinquir. Porque atacando únicamente las consecuencias ‒persiguiendo a los delincuentes o llevándolos presos, en el mejor de los casos‒, cuando cada vez son más los uruguayos que viven en condiciones de marginalidad, es evidente que no va a haber una solución posible. No digo que no haya ni que perseguir ni que encarcelar a los delincuentes, o que haya que liberarlos ‒como se hizo en el primer gobierno del Frente Amplio‒, sino que, como en todas las cosas, hay que buscar las soluciones sin pasar de un extremo a otro: ni liberar a los presos, ni sacar a los militares a la calle para perseguirlos”, precisó.
“Ha llegado la hora de atacar de modo serio las causas de la delincuencia. Porque hay que hacer ambas cosas: hay que combatir a la delincuencia y hay que generar políticas sociales y educativas eficientes que ponderen las oportunidades que se puedan crear para que los ciudadanos tengan una mejor calidad de vida sin recurrir a la delincuencia, que en definitiva es lo que todo el mundo percibe”, afirmó el edil colorado.
“La inseguridad es hoy uno de los principales problemas que tenemos, particularmente en Maldonado”, indicó. “Que cada uno haga lo que tenga que hacer, y basta de generar titulares de prensa vacíos y de crear comisiones absurdas, que en realidad todos sabemos que no van a conducir a nada. Hay que hacer las reformas educativas necesarias dejando de lado la soberbia y los intereses particulares o sindicales”.
“Y, por último, hay que generar fuentes de empleo dignas y tener políticas económicas y relaciones internacionales serias que generen puestos de trabajo y los tratados necesarios para la venta de los productos”, concluyó.