“Ellos fueron culpables de soñar con un mundo mejor”, señaló Alicia Martínez, activista de Crysol Maldonado, al convocar a la Marcha del Silencio que partirá este lunes, a la hora 19, desde la esquina de Michelini y Gutiérrez Ruiz hasta la plaza San Fernando. Aludía a los cientos de uruguayos desaparecidos durante la dictadura por quienes diferentes colectivos reclaman Verdad, Memoria y Justicia. (actualizada 11:15 hs)
Alicia Martínez remarcó este lunes, en FM Gente, que la búsqueda de verdad para los detenidos y desaparecidos y justicia para sus captores, torturadores y homicidas podrá continuar durante años, transmitiéndose de generación en generación.
“Nos mueve un compromiso con ellos, que no desparecieron por soñar un mundo mejor sino que fueron culpables por soñar un mundo mejor”, remarcó, para destacar también la unidad del colectivo, que apuntala cuando la fuerza individual flaquea.
La18ª Marcha del Silencio comenzará en Maldonado a la hora 19, en la esquina que recuerda a Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz (muertos un 20 de mayo en Buenos Aires junto a William Whitelaw y Rosario Barredo) y avanzará hacia la plaza San Fernando.
Bajo la consigna “En mi patria no hay Justicia, ¿quiénes son los responsables?” habrá allí una intervención urbana y se cantará el Himno Nacional.
ESPERANZA Y CONFRONTACIÓN
“Creemos que entre todos se puede derrumbar el muro de la impunidad y tenemos centradas nuestras esperanzas en múltiples juicios donde los jueces han estado firmes ante la resolución de la Suprema Corte de Justicia (que anuló la ley interpretativa de la ley de caducidad)”, señaló Martínez.
Consideró que esta decisión significó “un retroceso” para la causa de los familiares de detenidos desaparecidos pero remarcó que, de todos modos, existe una legislación internacional que Uruguay suscribió en múltiples tratados que implican que no prescriben los delitos de lesa humanidad.
“Hay jueces con una fuerza de voluntad, una valentía, una conducta y una ética que nos dan esperanzas”, enfatizó la activista. Aunque también observó que hay un manto de silencio sobre el paradero de cientos de desaparecidos: “es un momento de confrontación entre los sectores del país que creemos que Uruguay merece saber lo que pasó y fuerzas oscurantistas que, de alguna manera, impiden ese conocimiento”.
UNIDAD Y PERSEVERANCIA
Martínez entiende que la lucha por los derechos humanos es “una lucha sin final, porque tiene la perspectiva de mejorar a la humanidad”. Para los familiares de las víctimas de lesa humanidad, tal vez sea una lucha de generaciones. “Ojalá tuviéramos la perspectiva de conocer la verdad, hay países como España que recién ahora está conociendo parte de la verdad”.
En Uruguay, el colectivo de familiares se mantiene firme pese a las décadas en las que han encontrado escasas respuestas. La clave es “juntarnos y querernos mucho; estar seguros de que nuestros desaparecidos no desaparecieron nada más que por soñar un mundo mejor, fueron culpables de soñar un mundo mejor”.
Esto se hace “con convicciones fuertes, con sensibilidad y con compromiso. También con sostenernos unos a los otros cada vez que alguno flaquea, porque para eso son los colectivos. Y es parte de un compromiso con quienes ya no están, eso para nosotros es vital. Y también, el compromiso de que no se repita una situación como esta”.