Sin comerla ni beberla: un día preso
Interés General 21:00

Sin comerla ni beberla: un día preso

La experiencia que le tocó vivir a un hombre común, a un trabajador de Maldonado, que nunca esperó pasar por una situación de esta naturaleza, le dejó un sabor amargo pero busca desahogarse y olvidar la instancia vivida. Aquí la historia de esta confusión que terminó con un inocente detenido varias horas y que contó a un periodista de FM Gente.

El hombre se dirigía a los accesos de Montevideo en su automóvil para posteriormente seguir ruta a Maldonado.

Un día como cualquier otro, la jornada de trabajo había quedado y el conductor emprendía su regreso a la zona este del país. Lo hacía hablando por teléfono con su señora esposa sin imaginar lo que viviría en los siguientes minutos…

Por otro lado, los miembros de la brigada de lucha contra la droga seguían desde el litoral a varios vehículos en el marco del operativo “Halcón”.

Los policías desarrollaban la última etapa de este operativo que venían llevando a cabo desde tiempo atrás para “cazar” a los narcotraficantes que ingresaban drogas a nuestro país.

Con la adrenalina elevada al máximo, los policías se “jugaban” a detener a los delincuentes para cerrar el trabajo de mucho tiempo, procurando que nada fallara.

Uno de los equipos recibe el último dato para ejecutar las detenciones y por allí, en el nerviosismo, se filtra una información equivocada.

Los agentes se confunden, apuntan al vehículo equivocado. Y es allí que comienza el calvario para este trabajador de la zona.

El hombre es detenido. No entiende que pasa. Pide que le expliquen lo que sucede pero es tratado como uno más de los delincuentes atrapados. Lo trasladan a un centro de detención y allí queda alojado en forma aislada.

Por otro lado, la esposa, al pasar las horas y su marido no llegar, comienza a preocuparse. La mujer dijo:”algo habrá pasado” y piensa en denunciar su desaparición.

La policía debe esperar 24 horas para establecer la desaparición de una persona. La angustia había ganado a la señora. Afortunadamente, pasadas las 24 horas recibe el llamado de su esposo ya libre y contándole la increíble historia.

Si bien los policías, parece, que nunca hicieron caso al reclamo del hombre y fue recién, que todo se aclaró, cuando intervino la jueza del caso. La magistrada solicitó las disculpas del caso pero con todo, por un error, el hombre se comió “un garrón”.

La víctima de esta historia llegó hasta los estudios de FM GENTE para contar de manera informal al cronista policial, la indignación que le había causado esta confusión y los momentos que había vivido.-
JS

Producción: Fabián Sánchez

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