Damnificados por constructor de Maldonado se sienten estafados
Interés General 16:15

Damnificados por constructor de Maldonado se sienten estafados

Cuatro personas que contrataron a una empresa afincada en la ciudad de Maldonado para construir sus viviendas, contaron a FM Gente cómo el constructor les fue tomando dinero, paró las obras y dejó de dar la cara. Los damnificados dicen que se sienten estafados y que el sistema tampoco les responde.

Para Alfredo Bellini, Liliana Zenovev, Dorley Suárez, y Mario Candal, el sistema que debería controlar las normas para construir, Banco de Previsión Social, Dirección General Impositiva, Intendencia de Maldonado, no funciona según sus propias experiencias.

Y si ello lo cuentan con un dejo de desánimo, mucho más expresan cuando declaran y muestran documentación de sus denuncias judiciales que no consiguen siquiera una audiencia para encaminar su caso.

Van de cuatro años, a varios meses de espera. La mayoría entregó al constructor casi todo el capital exigido por este para hacer las casas. Algunos quedaron con el cajón, las paredes y presentación de los techos, sin nada adentro. Otros, debieron, además, terminar las construcciones agregando el costo no previsto.

CÓMO AMPLIÓ SU PATRIMONIO
El caso tiene dos partes, la empresa que prometió obras concluidas en 60 días y no las completó nunca, con atrasos de hasta cuatro años, y los aspirantes a propietarios de las viviendas que entregaron el dinero estipulado.

Los damnificados, hartos de no encontrar eco en otros niveles de la organización social, política, y legal de Maldonado, recurrieron a FM Gente para hacer conocer la odisea que viven, y evitar que caigan otros incautos.

El constructor y la empresa fueron mantenidos, todavía, en el anonimato, para evitar chicanas legales que terminen complicando más un caso ya complicado.

Bellini se preguntó “cómo es posible que haya tanta falta de control, cómo es posible que venga este señor, ponga una empresa fantasma, engañe a la gente, ha incrementado su patrimonio pero muy mucho;muy mucho; de lo que era al principio, cuando recién vino de Montevideo, a lo que es ahora, mucho”.

Zenovev aclaró que no tiene “nada a nombre de él, nada a nombre de él”, y confirma que el hombre ahora se desplaza en autos de alta gama por el departamento.

“Y no pasa nada”, agregó Bellini, casi como un lamento.

Zenovev confirma que se mueve en una camioneta Dodge americana, “camionetas grandes; el hijo también, creo que se dedican a deportes de mucho valor”, y Bellini acota que son deportes “motorizados”. Zenovev completa: “En impunidad total”. Y Bellini confirma: “No, es increíble”.

JUSTICIA CIEGA, PERO TAMBIÉN MUDA Y SORDA
Bellini modera sus expectativas de la justicia: “Pero es entendible, la justicia debe de tener miles de casos mucho más complejos que este”.

De inmediato, como procurando recomponer su comentario anterior, afirma que “uno dice la justicia tendrá sus tiempos, sus cosas, pero dicen que la justicia tarda, pero llega; a mí ya me demostraron que tarda, espero que llegue”.Bellini lleva cuatro años lidiando con el constructor, y todos los derivados.

“Pero más allá de eso, es el BPS, DGI, la intendencia; ya hay un cúmulo de organismos que tendrían que controlar todo eso y no lo hacen”, observa.

Compara que “si uno mañana va a pedir un préstamo o algo por el estilo, y le preguntan casi qué comió ayer, o en la intendencia, o en cualquier lado, unos formularios impresionantes para llenar, y firmado, y declaraciones juradas; y pasa esto”.

“Cuando uno va y denuncia esto, alguien tendría que decir acá hay algo que está por fuera, vamos a ver qué pasa; hasta ahora, nada”. Otra vez la impotencia, la decepción.

AMENAZAS Y AUDIENCIAS QUE NO SE HACEN
Los cuatro testimonian que el constructor y su esposa practican la amenaza como herramienta para lograr sus objetivos, quedarse con el dinero y asegurarse que los damnificados tendrán suficiente miedo como para no quejarse.

Pero también revelan que en el caso de ellos, que formularon denuncias penales, no han conseguido que se realice una sola.

Zenovev cuenta que “cuando yo supuestamente tenía la audiencia había puesto a una lista de testigos, y llamé a un señor de San Carlos, y me pidió que por favor lo sacara porque este señor lo tenía amenazándolo constantemente y no quería saber más nada”.

“Es decir, la táctica de él es paralizar las cosas mediante amenazas, y uno tiene miedo, porque la casa está sola”, agrega. Zenovev leyó un tramo de su denuncia judicial en la que consta lo de las amenazas.

Candal contó que intentó hacer su casa en Piriápolis para traer a su madre de 90 años de edad a vivir junto a él y su familia, que entregó 24 mil dólares a este hombre y la casa decidió finalmente terminarla pagando otra vez mano de obra y materiales, porque estaba pagando alquiler para tener a su progenitora.

Suárez dijo que “yo no he tenido problemas de trato con él, pero mi paciencia tiene su límite, entonces a mí no me…” Y deja la frase colgada.

Luego agrega: “Ya la última vez no he podido encontrarlo nunca a él, el teléfono que él nos dio y el que él tiene está bloqueado, fuera de servicio; no hay forma de comunicarse; le dejo mensajes en la empresa, al empleado, que me llame; no me llama”.

“Entonces, considero que ya a esta altura me está tomando el pelo y no tengo esperanza de que él me haga la casa”, completa, mostrando total desilusión.

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