Las increíbles estafas que cometía un preso de Las Rosas usando ocho celulares
Policial 08:00

Las increíbles estafas que cometía un preso de Las Rosas usando ocho celulares

M.G.R.S. cometió estafas por dos millones de pesos tras ingresar al chat 12345 y hacerse pasar por una mujer y luego por un policía. El caso quedó al descubierto en Young hace algunos días, como informara FM GENTE, pero ahora se conocieron más detalles de la operativa de este preso.

La Fiscalía Letrada Departamental de Young logró una condena de tres años de penitenciaría para un hombre de iniciales M.G.R.S. que cometía estafas desde adentro de la cárcel. El individuo tiene 41 años, cursó hasta segundo de liceo y actualmente se encuentra alojado en la cárcel de Las Rosas.

La historia de sus estafas comenzó a desenredarse el 30 de julio de 2018, cuando un hombre denunció que una persona desconocida -que decía ser policía- le exigía el pago de sumas de dinero mediante llamados telefónicos y mensajes de texto. El hombre ya había girado la suma de $ 4.000 por medio de la Red Abitab a un número de cédula que le aportaron mediante mensaje (que correspondía al hombre posteriormente condenado).

La investigación permitió que se intervinieran varios teléfonos que el sujeto usaba para realizar las estafas (tenía ocho en total), que consistía en la modalidad siguiente: ingresaba al chat 12345 y allí obtenía el número de teléfono celular de varios hombres. Luego de elegir a su víctima, le enviaba mensajes de texto simulando ser una mujer, manteniendo conversaciones con contenido sexual o erótico.

Después fingía estar llorando y se lo hacía saber por mensaje de texto a la persona, diciéndole que su madre la había golpeado o reprendido. Posteriormente, le enviaba mensajes diciéndole que era la madre de la mujer con la que había mantenido la conversación el día anterior. Simulaba un gran enojo, expresando que la persona con la que se había comunicado era una menor de edad, 13 o 14 años, tratándolo de pedófilo e insultándolo y amenazando con denunciarlo.

Una vez que lograba que la víctima se inquietara o temiera ser denunciada, lo llamaba por celular haciéndose pasar por funcionario policial, simulando en algunas ocasiones con otro teléfono situaciones varias que se dan en una seccional (por ejemplo se hacía llamar por un compañero o ponía grabaciones de comunicaciones radiales). Le explicaba que tuvo conocimiento que se estaba comunicando con una menor, lo llamaba por su nombre y le decía que si no quería que se informara al fiscal o que la denuncia siguiera su curso debía realizar un giro a determinada persona (los montos variaban ente $1000, $2000, $5000, $10.000, $15.000). Si la víctima no tenía dinero igualmente solicitaba recargas para el celular; o si pagaban, también luego les pedía una recarga cuyo monto variaba.

Luego lo volvía a llamar solicitándole más dinero, aduciendo que debía también "darle algo para el comisario", y si la persona giraba, le pedía más dinero, diciéndole que necesitaba algo para él, la propina. Así consecutivamente realizaba una puesta en escena, diciendo que necesitaba el dinero para un funcionario de Interpol o el fiscal logrando cobros importantes de dinero, reporta el documento de Fiscalía.

A modo de ejemplo, la víctima V.D. giró la suma de $ 81.500 en total en ocho veces, más la comisión de Red Pagos y Abitab.

Los números de cédula que él le proporcionaba a los hombres para realizar los giros eran varios: el suyo, el de su pareja, familiares y conocidos de él o de otros reclusos. El dinero siempre se invertía en diferentes objetos o alimentos, que luego ingresaban a la cárcel o quedaban en poder de la pareja.

Tenía varias personas que eran los principales cobradores, que recibían el dinero a través de redes de pagos. Estos a su vez giraban a otras personas que él indicaba una determinada suma, quedándose ellos con una comisión.

El estafador ingresó a la cárcel en febrero y comenzó en abril con estas estafas. Si bien no se pudo determinar la cantidad que el imputado habría cobrado, éste expresó haber realizado maniobras por alrededor de $ 2.000.000, incluyendo otras que realizó en otro período de cárcel y también cuando estaba en libertad.

Tras recabar las pruebas correspondientes, se lo condenó como autor penalmente responsable de un delito continuado de estafa agravado y se le impuso la pena de tres años de Penitenciaría. También se confiscaron varios celulares, baterías y chips, así como varias anotaciones con nombres y números de cédulas de identidad.


Fuente: Montevideo Portal.
Foto: Presidencia.

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