Marilín Moreira, directora de Vivienda de la Intendencia de Maldonado, ratificó este martes, en FM Gente, que ninguna de las viviendas cáscara de Pueblo Obrero será entregada hasta que se levanten las observaciones impuestas a la empresa constructora para la totalidad del complejo. La jerarca interpretó como “un corte de diálogo” la movilización que un grupo de adjudicatarios realizó el domingo en la ruta 37.
Una vez más, Moreira salió al cruce de los vecinos que denuncian irregularidades en la construcción de sus viviendas y que reclaman a la Intendencia que las entregue. La jerarca sostuvo que los manifestantes son un grupo minoritario entre los 56 adjudicatarios y consideró que, quienes hablan en nombre de todos, no son representativos porque nunca fueron elegidos para tal fin.
En cualquier caso, enfatizó que la Intendencia no entregará ninguna vivienda hasta que todas estén en condiciones. Aunque algunas están prontas, remarcó que los lineamientos del contrato con la empresa constructora impiden recibir la obra definitiva si hay unidades que mantienen problemas de impermeabilización o conexiones.
Moreira insistió en que la intendencia realiza un seguimiento permanente sobre los trabajos de la empresa y dijo entender la ansiedad de los vecinos, pero se mantuvo firme en su postura respecto a esperar a que todas estén terminadas.
“La forma y la vía de comunicación con la IDM es de 8:00 a 14:00 horas todos los días, con un número interno directo a disposición de los vecinos. Hay técnicos asignados para evacuar dudas e inquietudes, más el arquitecto que va dos veces por semana para que los vecinos se hagan los planteos”, enfatizó.
La jerarca no aventuró fechas para el levantamiento total de las observaciones. “Es lógico que los vecinos quieran entrar mañana. Pero entre esas expectativas y los tiempos que necesita la construcción, tenemos una distancia”, insistió.
También refutó declaraciones de adjudicatarios a medios de la zona Oeste, respecto al precio de las viviendas. “Se manejan precios falsos. Estas viviendas tienen un enorme subsidio, ninguna superará el monto de los 18 mil dólares. Para una zona balnearia, es un precio absolutamente accesible”, sostuvo, y recordó que esa cifra es pagadera en 120 cuotas.
Argumentó, asimismo, que no hay motivos para acelerar el proceso de la obra. “Ninguna de estas familias vive en un asentamiento, por lo cual ninguna está en condiciones de precariedad como para acelerar los tiempos. Es cierto que algunas pagan alquiler, pero para acceder a estas viviendas ninguno debió hacer un ahorro previo”, así que tampoco se les está reteniendo dinero.
Por otra parte, informó que la comuna realizó una prueba de presión hidráulica para dar un aval técnico antes de aprobar la conexión a OSE y autorizar al vecino para que realice el trámite. Lo mismo ocurre con la conexión eléctrica. “Estamos en proceso de obra, no podemos determinar si en un mes y medio estarán verificadas todas las conexiones eléctricas y sanitarias de las viviendas”, indicó.