Cientos de libros y fascículos de la Casa de la Cultura de Gregorio Aznárez fueron a parar a la basura, durante una limpieza del local, la semana pasada. Según el alcalde del Municipio de Solís Grande, Hernán Ciganda, fueron desechados porque había restos de roedores.
El alcalde admitió en FM Gente que “fue una mala medida” pero aclaró que “al día siguiente” trató de “solucionarlo” yendo a recoger los ejemplares.
Según el jerarca, habían sido arrojados dentro de las cajas en que estaban guardados en la Casa de la Cultura y probablemente “quien sacó las fotos” –divulgadas por el semanario La Prensa, de Zona Oeste- “los dispersó” por el predio.
“Habrá un llamado de atención (para el funcionario que los tiró) pero es bravo, a veces, juzgar a la gente por lo que hace”, advirtió Ciganda, ya que quien tomó la decisión fue alguien que estaba limpiando el local porque había restos de roedores.
“Si bien hay gente muy letrada, que puede tener conciencia de no tirar libros, es complicado decirle a las personas que estaban limpiando, si realmente se dieron cuenta de lo que estaban haciendo”, añadió.
Precisó que la Casa de la Cultura tiene una biblioteca, pero esos libros nunca fueron exhibidos para los usuarios. Habían sido donados, probablemente producto de descarte de otra biblioteca pública, y siempre permanecieron en un depósito.
Entre los libros desechados había ejemplares de texto liceal, sobre Historia, Zoología y Geografía; y obras literarias coleccionables editadas por diarios nacionales.
(foto: semanario La Prensa)