Al menos dos de cada cinco personas que llegaron a Maldonado de otros departamentos en busca de mejores oportunidades hoy viven con una o más de sus necesidades básicas insatisfechas (NBI); en los nativos esa proporción cae a una cada tres personas. Uno de cada dos negros vive con al menos una NBI, en tanto que para quienes tienen piel de otro color esa proporción disminuye a un tercio.
Estos datos fueron extraídos del trabajo “Atlas sociodemográfico y de la desigualdad del Uruguay; Las necesidades básicas insatisfechas a partir de los Censos 2011”, realizado por personal del oficial Instituto Nacional de Estadísticas, el Programa Población, el Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y Administración, la Oficina de Planeamiento y Presupuesto de la Presidencia, el ministerio de Desarrollo Social, y la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, y fueron analizados por FM Gente.
Se define como necesidades básicas el acceso a una vivienda decorosa, que tenga agua potable, servicio sanitario, energía eléctrica, artefactos básicos de confort, y la posibilidad de educarse.
Aclara que para determinar “vivienda decorosa” se analiza el material con que fue construida, el espacio habitable, la condición de hacinamiento para vivir el grupo que la habita, y el espacio disponible para cocinar.
“La primera subdimensión refiere a las carencias de estructura de la vivienda, su capacidad de aislar a los individuos del medio, haciendo que cumpla su función de protección y abrigo para los hogares (resguardo)”, aclara el documento.
Si la vivienda presenta una carencia en algunos de los aspectos señalados tendrá una NBI según los autores.
LA REALIDAD EN MALDONADO
Hay 2.774 personas que residen en Maldonado pero de las que no se pudo obtener información sobre las condiciones que viven, y no calificaron para este trabajo. Representan 1,7% de la población verificada por el último censo en el departamento, 163.158 personas.
De las 3.160.420 personas que viven en Uruguay hay 2.092.549 que tienen sus necesidades básicas satisfechas (66% o dos de cada tres), y 1.067.871 que tienen al menos una NBI (34% o una de cada tres).
En Maldonado hay 56.290 personas que viven con al menos una NBI, lo que representa un 34,5% de su población, media prácticamente idéntica al promedio de todo el país (34%).
Algo más de dos de cada cinco jóvenes (44%) con edades entre cero y 14 años viven con al menos una de sus NBI en Maldonado. En todo el país son el 44,3% de la población, tres décimas porcentuales más que en Maldonado.
El 40,7% de las personas con 15 años y hasta 34 en Maldonado vive con al menos una NBI, mientras que en el Uruguay esos individuos representan 38%, lo que es 2,7 puntos porcentuales menos que en este departamento. Las personas en este tramo de edades están peor en Maldonado que en el promedio nacional.
Las personas comprendidas entre los 35 y los 64 años que viven con al menos una NBI a 27,7%, y en todo el país ese grupo de individuos tienen un 27% sin lograr vivir una vida plenamente satisfactoria medida por este trabajo.
Uno de cada cinco (19,6%) de los habitantes de Maldonado que tienen 65 año o más tienen una o más NBI; en Uruguay esa franja registra un 23,2% de seres humanos con al menos una NBI, 3,6 puntos porcentuales más que en Maldonado. Los mayores de 65 años viven mejor en Maldonado que en el resto del país.
Esto indica que en términos generales la calidad de vida en Maldonado medida por las NBI está en la media nacional, con alguna franja etaria que vive peor (15 a 34 años), y otra que vive mejor que en el resto del país (65 años y más).
CALIDAD DE VIDA DE LOS QUE LLEGARON A MALDONADO
Maldonado representa una de las mejores opciones nacionales para los habitantes de otros departamento que no encuentran oportunidades en su propio terruño.
Si bien la migración a otros países es abrazada por uruguayos que tienen un nivel medio alto y alto de educación, a Maldonado llegan dominantemente individuos de clase media caracterizados por ser capaces de desempeñar un oficio o estar dispuesto a iniciar en la práctica una etapa de aprendizaje de alguna especialización.
Dos de cada cinco (41,8%) de los llegados en los últimos tiempos a Maldonado en búsqueda de mejores oportunidades viven hoy día con al menos una NBI. Entre las personas que han nacido y viven en el departamento son una de cada tres (33%) las que viven con al menos una NBI.
Hay una fisura de 8,8 puntos porcentuales entre los nativos residentes con al menos una NBI respecto de los que llegaron al departamento en esa misma condición. Dicho de otra forma, a los que vienen a trabajar a Maldonado les cuesta mucho más alcanzar el nivel de vida de los nativos residentes en el departamento.
En todo el país esa brecha es mucho más chica (3,3 puntos porcentuales): 36% de los que llegaron a un lugar en busca de mejores oportunidades viven con por lo menos una NBI, contra un 32,9% de los residentes nativos que están en esa misma condición.
Esta diferencia es la cuarta mayor en todo el país: la primera está en San José con 11,1 puntos porcentuales (45,1% de los que llegan contra 34% de los residentes); la segunda en Montevideo con 9;9 puntos porcentuales (35,6% contra 25,7%); la tercera en Florida con 8,9 puntos porcentuales (39,8% contra 30,9%); y la cuarta en Maldonado.
UNO DE CADA DOS NEGROS CON NBI
Uno de cada dos negros (49,5%) que viven en Maldonado lo hacen con al menos una NBI, mientras que en el resto de la población esa proporción cae a uno de cada tres (33,9%). La categoría de negros incluye a todas las personas que respondieron su propia definición personal como descendientes de personas de raza negra, o que tiene al menos una de esas personas en su línea sanguínea.
Este diferencial marca que hay una brecha de 15,9 puntos porcentuales en favor de la población no negra que vive en Maldonado, o puede ser interpretado también como que el color de la piel determina una mayor dificultad para alcanzar un nivel de vida sin NBI.
Hay otros nueve departamentos, Montevideo (20,8 puntos porcentuales de brecha), Canelones (18,8), Florida (18,3), Salto (18), San José (17,8), Paysandú (17,1), Flores (16,7), Durazno (16,6), Tacuarembó (16,5), que tienen una brecha mayor a la de Maldonado entre las condiciones de vida de los negros y los no negros.
Rocha iguala la brecha de Maldonado con 15,9 puntos porcentuales de brecha pero tiene niveles más altos de las dos poblaciones, los negros con una o más NBI son el 49,8%, y los no negros el 33,9%.
En todo el Uruguay la brecha es de 19 puntos porcentuales (cuatro más que en Maldonado), con una distribución distinta: negros con NBI 51,3%, y no negros 32,3%.
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