El subdirector de la Policía, Alfredo Clavijo, planteó la prohibición de circular de a dos en moto como estrategia contra los “robos piraña”. Nicolás Martinelli, exministro del Interior, rechazó la propuesta y advirtió sobre sus efectos legales y sociales.
Una posible restricción al uso compartido de motocicletas volvió a instalarse en el debate público tras declaraciones de Alfredo Clavijo, subdirector de la Policía Nacional, quien sugirió que impedir que dos personas viajen en una moto sería una medida clave para prevenir delitos como homicidios, rapiñas y, en particular, los llamados “robos piraña”.
Argumentó que “muchas veces uno conduce y otro comete el hurto”, y que limitar esta dinámica ayudaría a desarticular planes delictivos que utilizan motos como medio de escape.
El exministro del Interior, Nicolás Martinelli, respondió a través de su cuenta en X, donde expresó una firme oposición a la propuesta y cuestionó tanto su legalidad como su efectividad. “Es una medida ya implementada en otros países, con resultados poco efectivos. Diversos estudios académicos han demostrado que no se ha logrado una disminución significativa de la criminalidad con este tipo de restricciones”, escribió.
Para Martinelli, este tipo de políticas afectan directamente a quienes utilizan la moto como herramienta de trabajo o medio de transporte cotidiano. “Pagarían justos por pecadores”, opinó. También señaló que la norma podría enfrentarse a cuestionamientos jurídicos: “La legalidad de la medida es discutible: vulnera la libertad de circulación, la propiedad privada y el principio de inocencia al presumir que todo conductor con acompañante podría ser un delincuente”.
También se refirió a otra propuesta que está siendo analizada por el Ministerio del Interior: la obligación de que motociclistas usen chalecos reflectivos con la matrícula del vehículo impresa. Según su visión, se trata de una medida ineficaz y cargosa. “El delincuente no usará matrícula, ni colocará un adhesivo en su casco o chaleco. Es evidente que esta medida no apunta al que delinque, sino que termina afectando a quien cumple las reglas”.
En ese sentido, Martinelli aseguró que existen recursos tecnológicos más adecuados para enfrentar este tipo de delitos, como los arcos lectores de matrículas que ya están en fase de implementación. “Permitirá un control más efectivo en toda la ciudad, con respuestas más rápidas”, sostuvo.
Por último, enfatizó la necesidad de reforzar los controles sin sacrificar derechos fundamentales: “Un mayor control sobre las motos es necesario, pero no puede hacerse a costa de recortar derechos, especialmente cuando existen alternativas más eficaces y respetuosas de las libertades ciudadanas”.