Una mucama paraguaya de 36 años de edad sin antecedentes penales fue procesada en las últimas horas por dos delitos de hurto y uno de estafa. La víctima de esos delitos fue su empleador. El robo de un celular, una estafa montada sobre su devolución, y el faltante de 500 euros de la caja fuerte, le dieron pasaje a tribunales, informó la policía.
Un ciudadano español de 67 años de edad que tiene especial apego por Punta del Este, al punto de que tiene una vivienda en el balneario, vino en enero pasado con su familia a disfrutar de Maldonado, como lo hace al menos una vez al año.
Según lo que contaría luego en su denuncia, ya tuvo en enero un incidente desagradable: notó que le faltaban varios bienes de la vivienda, entre ellos, un teléfono móvil iPhone que había comprado en España.
Dijo que había registrado a pérdidas el faltante, incluido el teléfono. Ya vuelto a España recibió una llamada de quien había contratado como su mucama permanente, una mujer paraguaya de 36 años de edad.
La mujer le dijo que había ubicado a una persona que tenía su teléfono pero que pedía 10 mil pesos uruguayos para devolverlo.
El español pagó por la devolución mediante el envío de un giro con el dinero solicitado. Para la mucama el asunto había quedado saldado, pero para el español había quedado sembrada la duda sobre la forma de actuar de su empleada.
El hombre regresó al país en los últimos días y, montado en la duda que había nacido sobre el proceder de la mujer, una de las primeras cosas que hizo fue revisar la caja fuerte.
Al abrir la caja y revisar su interior no demoró en notar que le faltaban 500 euros del dinero que tenía guardado en su interior como respaldo financiero para sus venidas al país e, incluso, para el pago de sus impuestos y obligaciones fijas.
Fue entonces que decidió que era tiempo de ir a la Seccional 10ª de policía, con jurisdicción sobre Punta del Este, para radicar la denuncia sobre estos hechos. La denuncia fue presentada este miércoles 21 de octubre.
Al radicar la denuncia le preguntaron cómo quien se hubiera llevado el dinero había podido abrir la caja fuerte. Fue entonces que contó que la caja estaba cerrada con una cerradura, cuya llave guardaba en el bolsillo de una prenda de vestir que estaba limpia y doblada en el placar.
Con estos datos la brigada de Hurtos y Rapiñas de la Seccional 10ª procedió a citar a la mucama a la comisaría. La mujer se presentó y admitió que había sido ella quién había tomado el celular y el dinero de la caja fuerte. Del pedido de rescate del celular no necesitaba confirmar nada porque lo había gestionado ella misma con su empleador.
El caso cayó en Penal 10º turno, donde en las últimas horas el juez a cargo se pronunció porque hay evidencia suficiente como para procesar a L.P.M. (iniciales de nombre y apellidos), carente de antecedentes penales o policiales, como autora de dos delitos de hurto y un delito de estafa en reiteración real.
El magistrado dispuso también que la acusada no fuera enviada a prisión en consideración a su condición de primaria absoluta, pero le ordenó guardar arresto domiciliario nocturno por los próximos 60 días.