El psicólogo Robert Parrado, experto en perfiles criminales y asesor del Ministerio del Interior en algunos casos complejos, analizó el homicidio de Alejandro Blasi en Maldonado y opinó que el padre no lo planificó. “Hubo frialdad pero sin una elaboración metódica ni una estrategia para ocultar el crimen”, comentó. Entretanto, el matador se recupera de una intervención cardíaca a la que fue sometido en Montevideo.
Parrado no soslayó la incertidumbre existente respecto la relación de Omar Blasi con su hijo Alejandro ni con el resto de su familia, sobre qué conducta tenía hacia fuera y cómo era en privado. Y aunque esbozar un perfil del asesino implica conocer esa realidad, en base a aspectos de la vida del anciano citados en diferentes libros y crónicas hacen pensar a Parrado que el hombre actuó con frialdad al descerrajar cuatro tiros sobre el cuerpo de su hijo, dos de ellos en la cabeza.
“Puede haber habido una discusión previa por un asunto de larga data, que la víctima tomó como algo natural. No hubo alerta para él, no hubo sorpresa. Esa discusión pudo estar determinada por algo que para Omar Blasi pudo ser muy importante, quizás un asunto económico”, especuló el psicólogo.
Añadió que el homicida actuó “con frialdad pero sin elaboración metódica de una estrategia para ocultar el crimen, lo que habla de un impulso: arrancó con profundas mentiras, inconsistentes, una pseudomaniobra para justificar la presencia de terceros (ante la policía)".
A todo esto, Blasi fue trasladado este domingo al sanatorio Casa de Galicia, en Montevideo, donde le practicaron un cateterismo. El hombre, procesado por homicidio especialmente agravado, se recupera favorablemente de la intervención cardíaca. Se evaluará luego si la situación de salud incide en su alojamiento en el Centro de Rehabilitación de Las Rosas, como determinó la jueza Patricia Borges.
INVESTIGAR PERFILES
Parrado lamentó que, a diferencia de otros países avanzados en el tema, Uruguay no tiene como práctica habitual la investigación de los delincuentes y sus perfiles sicológicos.
A su juicio, “sería bueno sistematizar los datos para generar políticas públicas y dar una respuesta ante este tipo de casos”. Con una “inversión mínima”, varios profesionales podrían generar información a la que acceder desde el punto de vista procesal con cierta especificidad, comentó.
A modo de ejemplo, opinó que Uruguay ha tenido “buenos episodios” a investigar, como el de los enfermeros montevideanos que mataron decenas de pacientes, Pablo Gonçálvez, abusadores sexuales de toda índole, piromaníacos. “Todos quedan en el olvido en no menos de una década”, lamentó el sicólogo, que junto a un colega investiga por estos días si un asesino serial está detrás de los homicidios de personas transexuales registrados en los últimos tiempos.
(imagen: Montecarlo TV)