Una denuncia realizada por la madre de un recluso del establecimiento de Las Rosas terminó con una mujer procesada y enviada a la cárcel y con un recluso imputado de un nuevo delito. La pareja comercializaba estupefacientes y también extorsionaba a familiares de presos.
Una mujer denunció que su hijo había sido apuñalado por otro preso al cual, supuestamente, le debía dinero por suministrarle estupefacientes en la cárcel de Las Rosas.
Esto disparó una investigación que desenmascaró que una mujer que ingresaba la droga a la cárcel y que cobraba dinero de extorsiones en locales de redes de cobranza.
Se trata de María Vanesa Bravo, de 38 años y poseedora de antecedentes penales, que ahora fue imputada de dos delitos de suministro agravado a título oneroso en reiteración real.
También se imputó del mismo delito a Gary Bach Amaral, de 33 años, que ya se encontraba cumpliendo condena en Las Rosas.
La pareja era la responsable de comercializar la droga y también extorsionaban a familiares de reclusos actuando ella desde el exterior y él dentro del recinto carcelario.