Músicos nucleados en el colectivo Maldorock reclaman que la normativa departamental vigente limita las posibilidades de realizar su trabajo. En el último plenario de la Junta Departamental se elevó el planteo a la Dirección General de Cultura de la Intendencia.
En Maldonado hay más de 180 bandas registradas. En las últimas semanas, se viralizó un video del músico Bruno Repetto donde exponía dificultades para poder llevar a cabo eventos musicales en el departamento.
El planteo llegó a la Junta Departamental donde en el último plenario la edila del Frente Amplio, Agustina López Moreno, expuso que Maldonado cuenta con “un movimiento cultural activo, diverso y en crecimiento” y que “ese potencial artístico se ve limitado por las dificultades que plantea la normativa vigente”.
Esta normativa, contemplada en el decreto 3956 del año 2016, regula las actividades denominadas “de ocio” y su “ruido asociado”. Establece las reglas y sanciones para la emisión de ruidos molestos en el departamento, fija los niveles de decibeles permitidos así como las multas económicas.
“Estas normas, aunque necesarias, presentan vacíos e incompatibilidades que generan inseguridad jurídica, tanto para los artistas como para los organizadores de espectáculos”, expuso López.
“Cuando hablamos de vacío nos referimos a que estas ordenanzas fueron pensadas principalmente para controlar maquinarias, obras de construcción o locales bailables, pero no contemplan de manera específica la música en vivo como manifestación cultural”, puntualizó.
La edila aseguró que las disposiciones en el decreto son “poco realistas” ya que los límites de sonido establecidos son “tan bajos que aplicados al pie de la letra harían imposible cualquier espectáculo, incluso en espacios adecuados y en horarios permitidos”.
En su oratoria propuso articular derechos: “Por un lado, está el derecho de los vecinos al descanso, derecho legítimo que debemos proteger, y por otro lado está el derecho al trabajo de los músicos y el derecho de la comunidad a acceder a la cultura. Estos derechos no deberían enfrentarse, sino convivir en armonía, y para que eso ocurra necesitamos normas claras, justas y adaptadas a la realidad cultural de Maldonado”.
A raíz de esta situación, un grupo de músicos locales nucleados en el colectivo Maldorock propone generar espacios regulados, tanto públicos como privados, “que permitan diversificar escenarios y brindar alternativas culturales sin entrar en conflicto con la normativa vigente”, detalló López.
“Apostar a la música es apostar a una sociedad más rica en cultura, más inclusiva, más justa. Por eso, cuando discutimos normativa, no estamos discutiendo solo decibeles ni horarios, estamos discutiendo qué lugar le damos al arte en nuestra sociedad. Y yo quiero que ese lugar sea central, respetado y protegido”, concluyó.
Foto: Intendencia de Maldonado