Un seminario sobre turismo desarrollado en Montevideo, analizó en profundidad la situación económico-financiera global y su incidencia sobre Uruguay y particularmente en el sector turístico. Relevantes referentes del sector privado y también del gobierno nacional, coincidieron en que esta vez la crisis no tendrá epicentro en Uruguay, aunque su impacto ya comienza a sentirse levemente. Se remarcó que nuestro país, a diferencia de otras ocasiones, está viviendo una economía real y no virtual, y que el sistema bancario y financiero está preparado para recibir los “coletazos”.
En una larga reunión que comenzó sobre la hora 17.00 y culminó en el entorno de la hora 22.00 de este lunes, distintos exponentes vinculados al sector turístico privado y al gobierno nacional, expusieron sobre múltiples aspectos de la crisis global, procurando concluir en cual puede ser el grado de afectación en la industria turística uruguaya.
Sergio Bañales, de la Asociación Uruguaya de Agencias de Viaje (AUDAVI), señaló que se está observando una “desaceleración”, que va a notarse con más nitidez cuando llegue el verano, tanto en el turismo receptivo como en el emisivo. Si bien reconoció que se trata de una crisis “exógena”, ajena a Uruguay, nuestro país se va a sentir afectado en mayor o menor medida, aunque no será el epicentro como en otras ocasiones.
El representante de la aerolínea American Airlines, Rodrigo Bértola, trazó un panorama muy crítico de la situación de la navegación aérea. Dijo que ha sido una lucha tremenda mantener las frecuencias de la empresa entre Uruguay y Estados Unidos, porque la compañía está reduciendo sus gastos, incluso paralizando una gran cantidad de aeronaves (los vuelos se han reducido entre un 15% y un 20%). Reveló que se suprimieron 300 vuelos en todo el mundo y 75 aeronaves fueron detenidas en el desierto para su mejor conservación.
El contador Fernando Mier, representante de la Cámara Hotelera Uruguaya, también expuso un panorama muy sombrío para el futuro de la industria hotelera. Señaló que si bien es una crisis “externa”, ya se siente en Uruguay, pero estima que el mayor impacto no será a breve plazo, sino a mediano y largo plazo. Remarcó que hay que estar muy atentos y hay que tener en cuenta lo que ocurre en Argentina y Brasil, porque si en los dos países vecinos la crisis se profundiza, la afectación será más pronunciada. Sin embargo, coincidió con otros exponentes en el sentido de que Uruguay no será el eje de esta crisis, porque el país está mejor posicionado que en otras ocasiones.
Por su parte con respecto al sector inmobiliario, Luis Borsari, presidente de la Cámara Uruguaya de Turismo, señaló en el mismo sentido que los propietarios de apartamentos y residencias en Punta del Este, ya han comprendido la situación que se está atravesando a nivel global y han comenzado a reducir los valores que pretenden por sus alquileres para la próxima temporada. Borsari dijo que es estaban pidiendo valores “fuera de mercado” en relación a la crisis, pero que ahora han tomado consciencia de la realidad.
URUGUAY VIVE UNA ECONOMIA REAL
El empresario Julio Villamide en tanto, explicó que Uruguay está viviendo con una economía real y no virtual, porque los capitales especulativos se han retirado, a diferencia de lo que ocurrió con países muy poderosos como Estados Unidos o España.
Estimó que en lo inmediato esta crisis no afectará el mercado inmobiliario uruguayo, aunque alertó que habrá momentos de incertidumbre porque ya se visualiza un enlentecimiento en la comercialización de inmuebles, fundamentalmente en Punta del Este, y hay menos proyectos a estudio, en tanto que otros ya presentados es probable que no se concreten.
El ex director de Macro Economía del MEF, Fernando Lorenzo precisamente, explicó que en esta coyuntura Uruguay tiene muy buenas reservas y el sistema bancario y financiero está muy sólido, aunque no negó que haya consecuencias. Instó a que se deben tomar medidas para que se impacto sea lo menor posible.
Información ampliada sobre el evento, en REVISTA INFORMADA.
Redactado: R.A.