El ministro de Turismo, Tabaré Viera, anunciará en los próximos días el establecimiento de la canasta turística con beneficios que serán desde este mes hasta probablemente la semana de turismo, incluyendo diversos productos. No se trata de productos de primera necesidad, al igual que en administraciones pasadas. Se trata de una ayuda junto con la devolución del Iva en restaurantes, en alquiler de coches y en la hotelería, como parte de un paquete de beneficios. Así lo informó el referente de la asociación de supermercados del Uruguay, Daniel Menéndez.
Los equipos de consultores que estudian la situación de los supermercados, estiman que las ventas serán entre un 15 a 20% por debajo de la temporada turística pre pandemia, 2019 – 2020, sabiendo que se va a perder la clase media argentina ante la dura relación cambiaria existente.
En los primeros quince días de enero hay mucha gente que viene igual, pero se va a extrañar la clase media que hace el volumen.
Por otro lado, hay dificultades a gran escala donde los fletes de los contenedores se multiplicaron por diez. La situación se da particularmente con productos que llegan de China. Informó, que se conocen importadores que dejaron de traer la mercadería para no tener que subir el precio, conscientes que luego no lo podrán vender.
Menéndez, insistió que se percibe una caída en las ventas de los supermercados, si bien la misma es leve, no deja de ser de consideración. No obstante, se espera una recuperación con relación a la temporada pasada pero sin llegar a los guarismos observados antes de la pandemia, se indicó a FM GENTE.
Las ventas de la temporada 2020 – 2021 marcaron un 40% menos con relación a la pre pandemia. Las expectativas es reducir el mencionado porcentaje y dejarlo en un 20%, aún lejos de los anteriores consumos, se informó. El esfuerzo de las empresas es una realidad: “no ajustaron números por la vía del seguro de paro y el despido”, expresó.
Los propios trabajadores han demostrado un gran sacrificio y solo basta recordar las tareas cuando transcurrían los primeros meses de la pandemia y son los responsables de que la cadena de suministro no se haya cortado.
“Mientras la construcción se iba de licencia, bajaba el transporte, llegaba el teletrabajo; en ese momento, los trabajadores ponían la cara a los 300 mil ciudadanos que ingresan diariamente a los supermercados”, remarcó Daniel Menéndez.
“Esperamos una mala temporada, pero mejorando”, afirmó. Menéndez, indicó que se busca achicar gastos y personal ajustado a las necesidades y se confía en que esto se va a terminar. A su vez, se están incorporando menos personal y Uruguay ha realizado las cosas muy bien, a la larga esto dará su resultado, expresó.
Para el entrevistado es necesario tener claro que en dos meses del año hay un millón de ciudadanos en la zona balnearia, al tiempo que es necesario enfrentar los costos de los doce meses tales como: alquileres, los funcionarios estables, la energía, el agua y otros. El diseño de los costos se estimó como clave, atendiendo que cuanto más recostado a la playa pueden ser más elevados y con menos público como por ejemplo en el invierno.
ROTISERÍA, BATALLA PERDIDA
Al ser consultado sobre las gestiones que se realizaron para tener el mismo acceso que los establecimientos gastronómicos en el tema de la rotisería al también vender comidas rápidas, a lo que Ménendez no demoró en señalar que “es una batalla perdida, ya no la damos más”.
“No hemos tenido suficientes argumentos para convencer a los gobernantes, que la comida elaborada en un supermercado es igual que una rotisería, dentro o fuera y por lo tanto acceder al descuento del Iva dado que la tecnología nos permite identificar, pero no ha podido ser”, dijo.