El presidente José Mujica dijo este miércoles que Uruguay está intentando abrir un nuevo rubro de exportación a Estados Unidos, carne sin anabólicos y hormonas, procurando una especialización más que la gran cantidad.
“Primero, les definimos el concepto que teníamos de carne natural pidiéndole un acceso al mercado americano fuera de la cuota acordada como un tipo de carne especial, que no existe en la plaza, pero existen empresas que nos manifestaron su interés” en Estados Unidos, dijo Mujica, ubicando esto como el tema “más importante”.
Agregó que “en la medida de que hay un público que tiene interés de consumir carnes en las que no se utilicen anabólicos y hormonas, porque en la cría animal tanto se está usando hormonas porque aumentan la tasa de conversión del alimento que comen a la construcción de la carne en su cuerpo”.
CARNE NATURAL, EN SENCILLO
Explicó que “agregando hormonas se logra mayor eficiencia en el ciclo de conversión, lo que quiere decir que se aumenta la productividad; sin embargo, hay gente que puede tener su reparo en el orden de la salud, etcétera”.
“Y en Estados Unidos, y en la mayor parte del mundo se está produciendo carnes con hormonas; en Uruguay están prohibidas porque nosotros deliberadamente que no nos vamos a hacer productores de cantidades infernales, buscamos tener una diferenciación en materia de calidad para poder cobrar algo más”, avanzó.
Comparó que “es lo mismo que hicimos con la trazabilidad, es una política de Estado de largo plazo”.
“Nos interesa acá porque sería una manera de tipificarla, empezar a hacerlo, y tenemos importadores que tienen interés; bueno, ellos lo van a estudiar y nos van a contestar; no es lo mismo carne natural sin hormonas que carne orgánica, es otra cosa”, contó.
Sostuvo que “en la carne ovina con hueso estamos comprometidos a entregarles un informe técnico después del congreso que a fines de mayo se hace en París de la OIE, la Organización Internacional de Epizootias”.
“Ese documento va a sostener de nuestra parte que a pesar de vacunar en Uruguay, las ovejas no tienen nada que ver, no pueden ser portadoras de aftosa; nosotros no tenemos ninguna duda, estas son esas reminiscencias que quedan en la jurisprudencia, porque Estados Unidos nos compra carne, y nosotros somos libres de aftosa con vacunación, que es un nivel que define la OIE”, siguió detallando.
Se detuvo a aclara “por qué vacunamos: bueno, porque vivimos en una zona medio peligrosa; una vez dejamos de vacunar (2001) y así nos fue; entonces, hoy no tenemos aftosa pero seguimos vacunando por las dudas”.
“Estamos seguros, por lo que nos dijo el subsecretario, que eso se arregla a corto plazo”, narró, y luego aclaró que en menos de dos años que era el plazo que llevaba su delegación para ser bajado.
Completó se revisión de los asuntos agropecuarios afirmando que “el otro asunto es esa invitación a participar, a coordinar investigación con quienes trabajan acá por el cambio climático que tienen acuerdos, además, con otros países”.
“Eso tiene un estamento científico de investigación importante que son las nuevas variedades, nuevas especies, tecnología adecuada al cambio climático, formas de mitigarlo”, indicó.
Completó que “después, (se trató) formas de organización el trabajo, sistemas de seguro, ese tipo de cosas a las que desgraciadamente hay que ir formando la cabeza porque parecen inevitables”.
ESTAMOS MEJOR, NOS CASTIGAN: ¿EMPEZAR A MENTIR?
Mujica contó que hay una franja de comercio con Estados Unidos, que estimó en unos 50 millones de dólares, y que comprende algunos tipos de madera, que se está perdiendo porque el Banco Mundial cambió la calificación de Uruguay a país con mayores ingresos y eso hace perder las preferencias que se otorgaban.
“Por la definición del Banco Mundial, quedamos fuera de eso; nosotros tenemos planteado que, bueno, está bien, quedamos afuera, pero vamos a ver si inventamos entrar por otro camino más o menos en las mismas condiciones, porque si no vamos a tener que mentir en las estadísticas, parece que si estamos mejor, nos castigan”, soltó de un envión.
Vinculó la apertura estadounidense para los cítricos uruguayos como “un verdadero aporte a pesar de tantos años, porque como ahora estamos mejor, nos van a poner impuestos para entrar más caros en Europa; entonces este mercado (el estadounidense) es una alternativa”.
“Esos 18 años para vender naranja no es…, pasaron cuántos ministros de todas las ramas políticas y no podíamos entrar, y ahora lo hemos logrado”, recordó.
A pesar de ello, admitió que encontró en el gobierno estadounidense una mayor y mejor disposición a resolver los problemas que preocupan a Uruguay.
“Yo pienso que sí, pienso, se me ocurre, puedo estar equivocado, que hay una orientación favorable por parte del gobierno en el sentido de” facilitar las relaciones, dijo.
De inmediato, aclaró:“Tampoco nosotros somos un país gravitante desde el punto de vista económico que le podemos mover la aguja con importancia a una economía de las dimensiones de la que tiene Estados Unidos”.