Un tribunal de Estambul ha condenado a 102 años de cárcel a Seçil Erzan (foto), exdirectora de una filial del banco turco Denizbank, por haber estafado a numerosos futbolistas. Dentro de este grupo afectado por la actividad fraudulenta de la mujer turca destacan Arda Turan, ex futbolista del Barcelona, y Fernando Muslera, hoy arquero de Estudiantes.
La sentencia, emitida en la noche del pasado lunes, considera probado que esta bancaria estafó a 27 personas, principalmente futbolistas, al inducirlos a invertir en un supuesto fondo de alta rentabilidad. Pero ese fondo no existió nunca como tal, sino que se trataba de un sistema piramidal, es decir, que se pagaban beneficios a los primeros inversores gracias a los fondos aportados por los recién llegados, que entregaban a Erzan o sus asistentes bolsos llenos de efectivo.
En la primavera de 2023, el arquero uruguayo Fernando Muslera, que en aquel entonces jugaba en el Galatasaray, denunció el caso, al no poder recuperar medio millón de los dólares que llevaba invertidos, y Erzan fue detenida y enviada a prisión preventiva.
Por estafar a Muslera, esta exdirectora del banco turco ha sido condenada a 3 años de prisión, los cuales se suman a los 8 años por fraude a Arda Turan, exjugador del Atlético de Madrid, el Barcelona y también el Galatasaray; y a los 6 años por engañar a Emre Belözoglu, también ex del Atlético, y hoy futbolista del Fenerbahçe.
La menor condena, de diez meses, es por engañar al histórico entrenador turco Fatih Terim, que siempre ha negado haber invertido en el fondo, pese a que los demás inversores estaban convencidos de que era uno de los principales participantes, hasta el punto de que el esquema se llegó a conocer como 'fondo de Fatih Terim'.
SITUACIÓN DE LOS DEMÁS RESPONSABLES
Los directores del Denizbank han sido absueltos, pero otros 5 implicados, entre ellos la mujer de un asistente de Terim, han sido condenados a penas de entre 2 y 15 años. Erzan, en prisión preventiva desde 2023, se ha declarado siempre inocente de la acusación de estafa, afirmando que no tenía ánimo de enriquecerse y que pagaba "diez veces más" a los inversores de lo que recibía de ellos.
(Fuente: Olé)