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Interés General 04:30

Asentamiento Kennedy: La idea de "Pancho" Salazar; los militares que no pudieron erradicarlo y ahora "Antía lo hizo"

En 1961, el presidente del Concejo Departamental de Maldonado, el nacionalista Francisco Salazar, propuso la creación de un pueblo obrero en el terreno que ocupaba el tambo del bosque municipal. Así empezó la conformación del Kennedy hace más de 60 años. A finales de los 70 y comienzo de los 80 los militares buscaron erradicarlo pero sus planes se frustraron.

"Pancho es nuestro y macanudo", rezaba uno de los slogans más recordados en las campañas políticas de Maldonado. "Vote lista 8".
Era la histórica lista del partido Nacional que impulsaba a Francisco Salazar a la intendencia de Maldonado.

Cabe recordar que en 1958 los gobiernos municipales eran colegiados. En esas elecciones los blancos arrasaron en todo el país, ganando 17 de las 19 intendencias. Esas dos fueron Rivera y Artigas donde se impuso el Partido Colorado.

El Partido Nacional y el movimiento ruralista liderado por Benito Nardone (“Chico Tazo”), formaron una alianza que le permitió alcanzar un arrollador triunfo el 30 de noviembre de 1958, despojando del gobierno al Partido Colorado, que lo ejercía desde hacía 93 años.

Esa tremenda hola alcanzó a Maldonado que con "Pancho" Salazar los nacionalistas llegaron a la intendencia. Planificó y desarrolló una serie de obras.

Una de ellas, era la idea de crear un barrio obrero que lo financiara la Embajada de los Estados Unidos, en el marco de la Alianza para el Progreso, un programa de desarrollo socioeconómico de los países de América Latina impulsado por el presidente John F. Kennedy.

La idea fue aprobada por unanimidad por el Concejo Departamental, entonces integrado por los blancos, Analío Orce, Adalberto González y el propio Salazar. Por los colorados estaban Roque Massetti y Martín Marzano.

El proyecto preveía el loteo de 500 terrenos de 300 metros cuadrados (10 metros de frente por 30 de fondo).

Los interesados podrían pagarlos en cuotas, en un plazo de cinco años, a razón de $ 10 el metro.

Los destinatarios serían personas sin recursos pero con hábitos de trabajo, rezaba una escritura de la época.

Tendrían la obligación de construir una casa con un plano municipal facilitado por la Intendencia, cultivar una huerta en el fondo del predio y formar un jardín al frente.

El Municipio se encargaría de abrir calles, instalar el alumbrado público y, en convenio con OSE, dotar al barrio de agua potable.

El Pueblo Obrero debería tener también una cancha de fútbol, una policlínica, un puesto policial, una escuela y un mercado general.

Lamentablemente lo único que llegó de Estados Unidos fue una bomba de agua para el lugar.

En las elecciones del año siguiente los colorados en Maldonado ganaron con Pedro Tamón, Celia R. de Alcántara y Gilberto Acosta Arteta, quedando en minoría los nacionalistas representados por Arturo Collazo y Hugo Pérez Miraglia.

Salazar dejó su cargo y su idea se fue perdiendo en los sucesivos gobiernos que hubo en el departamento y el lugar elegido como pueblo obrero se fue transformando en un asentamiento que no paró de crecer en los siguientes años.

En la época militar, a finales de los año 70 apareció una empresa denominada Framyl S.A. que contó con apoyos de los militares y funcionarios municipales de la época, logrando préstamos de varios millones de dólares para vender terrenos y construir viviendas en Maldonado. Tanto un intendente militar como otras autoridades de entonces, evaluaron erradicar el "Kennedy". La idea era en base a la construcción de viviendas para el realojo correspondiente, pero, todo naufragó cuando se conoció que los ejecutivos de la citada empresa eran delincuentes de cuello blanco que estafaron no solo al estado uruguayo (banco Hipotecario) sino que a cientos de personas que buscaban comprar su terreno y tener la casa propia.

Cabe recordar que también en el marco de estos realojos, unas pocas viviendas se construyeron sobre avenida de Los Gauchos donde se ubicaron a algunos residentes del asentamiento pero nada más. Varios de los allí realojados vendieron hasta los artefactos del baño e incluso traspasaron el bien. Allí están hoy esas fincas.

Y EL TIEMPO FUE PASANDO

La historia se fue escribiendo hasta nuestro días. De un tiempo a esta parte todo cambió y si bien los primeros anuncios fueron tomados con cierto escepticismo, los pasos dados por el intendente Antía y un grupo de colaboradores, entre ellos, el Dr. Alvaro Villegas y el propio director del aérea involucrado en el plan, Alejandro Lussich, fueron firmes y seguros hacia el objetivo.

OTRO PROCESO PERO MÁS CORTO

El director de Vivienda, Alejandro Lussich dijo días atrás en FM GENTE, que el proceso va a durar 30 o 40 días y unas 20 familias son trasladadas por día. “Este es un proceso que lleva a las familias a vivir en la regularidad”, enfatizó.

El jerarca aclaró que "por norma, las personas no podrán vender ni alquilar, ceder ni modificar la vivienda y toda actividad ilícita, serán causales de desadjudicación".

“Todas las familias a partir de ahora están asumiendo obligaciones”, afirmó. Cada una de las familias, por vivienda pagará 2 UR por mes en 120 cuotas.

LA ESTIMAGTIZACION EN UNA TIERRA MILLONARIA

El padrón del Kennedy está tasado, según fuentes inmobiliarias, entre 10 y 12 millones millones de dólares. Está conformado por unas 35 hectáreas.

La intendencia informó que el proceso total para alcanzar la mudanza de las 530 familia que viven en el asentamiento más icónico del departamento se completará durante este año.

Las autoridades han realizado varios censos a los efectos de determinar la cantidad de familiares y su integración, las que ocupan unas 10 manzanas de este amplio predio que fue el bosque municipal en el pasado.

Varios de ellos llevaban hasta 50 años en el lugar pero se ha cumplido un recambio generacional y esto trajo a algunas personas de mal vivir a la zona, según, denunciaron vecinos asentados hace tiempo atrás.

Destacaron que los problemas de seguridad se agudizaron en el enclave cuando se instalaron bocas de drogas, que han sido varias. Esto trajo aparejado situaciones de violencia y enfrentamientos, motivando la presencia policial en forma casi permanente.

Asimismo generó que muchos habitantes fueron estigmatizados por el lugar donde vivían. Varios ejemplos han surgido a través del tiempo. Cuando salían a buscar trabajo no los contrataban porque cuando daban la dirección del "Kennnedy", no los volvían a llamaban.

A partir de ahora esta gente tendrá otra vida. Una vida en comunidad, con su casa regularizada, con todos los servicios. La intendencia atendió hasta la afinidad vecinal de las personas y se les adjudicó viviendas donde las familias por su relacionamiento estuvieran cercas.

Ahora si se pudo.


A.C.

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