Seis personas fueron detenidas, entre ellas una mujer, la única que tenía antecedentes penales, por la policía de Piriápolis. El juez los procesó a todos por delitos de hurtos. Operaban desde un hotel abandonado donde se habían “alojado” para hacer la temporada, informó la policía.
El personal de la Seccional 11ª de policía de Piriápolis venía urgido por aclarar una serie de robos que se habían dado en el balneario en los últimos días.
La búsqueda de alguna pista no daba resultados. Un equipo de los más experientes del grupo decidió detenerse a analizar la modalidad de los robos.
De todas las denuncias recibidas, se apartaron aquellos en los que los intrusos habían actuado bajo un patrón de conducta.
Los ataques eran a viviendas. Actuaban de forma conjunta y coordinada. La mujer tenía un papel decisivo en la concreción de los delitos. Todos estos datos fueron surgiendo como pistas comunes de los interrogatorios a los denunciantes en cada caso.
La búsqueda ahora se centraba en saber si el grupo actuaba desde dentro del balneario, o llegaba a él para cometer los delitos. Se tuvo indicios de que estarían dentro del balneario, porque algún cerco establecido después de cometido alguno de los delitos no permitió ni siquiera ver a estas personas.
Un grupo de seis personas en un balneario, es más fácil de detectar. Fue entonces que cobró importancia una información de que en un hotel abandonado se había instalado un presunto grupo de turistas. El dato decía que eran seis.
Una vigilancia discreta del lugar les permitió a los efectivos confirmar que podrían ser los autores de los robos que estaban buscando.
Pidieron autorización al juez de turno para allanar el local. El allanamiento lo único que hizo fue sumar uno tras otro datos confirmatorios de que era la banda buscada.
Se incautaron una cantidad de efectos de valor que habían sido denunciados, entre ellos cámaras de fotos, computadoras, teléfonos celulares.
Se los llevó detenidos. El juez en lo Penal de 4º turno los procesó a todos. A la mujer, N.R. como autora de un delito de hurto especialmente agravado en calidad de cómplice, y un delito de receptación. Y ordenó su prisión preventiva.
A M.G. le tipificó la autoría de un delito de hurto especialmente agravado en calidad de cómplice, le procesó, pero le eximió de cumplir prisión preventiva atendiendo su condición de primario.
Encontró evidencia suficiente como para imputar a W.S., A.A., y E.M.R., como autores de un delito de receptación, pero les exoneró de cumplir con la prisión preventiva atendiendo sus condiciones de primarios absolutos.
Y encontró elementos suficientes como para encuadrar la conducta de D.W.V. como autor de dos delitos de hurto especialmente agravado, aunque también le concedió el beneficio de no cumplir con la prisión preventiva mientras se completa el proceso judicial.
La policía de Piriápolis aseguró que con este procedimiento se pudo cortar una racha de robos en el balneario, lo que indicaría que este caso quedó completamente cerrado con este historial.