Este 2 de abril se conmemora una nueva edición de este día tan especial, aunque en un contexto inusual debido a la pandemia por COVID-19. Por esa razón, el equipo técnico de la Dirección de Políticas Inclusivas de la IDM comparte una serie de estrategias para acompañar y apoyar a las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y sus familias.
Esta jornada se celebra cada año con el propósito de difundir la necesidad de mejorar la calidad de vida de los niños y adultos con autismo para que puedan tener una vida plena y digna. En 2020 se hace foco en la situación que se está viviendo a nivel mundial ante la pandemia por coronavirus, lo cual implica el aislamiento social para impedir la propagación de COVID-19. Y en el caso particular de las personas con autismo y sus familias, se deben contemplar muchos aspectos.
Los efectos psicológicos del aislamiento:
Cambios de conducta: aumento de crisis, mayor irritabilidad, reacciones explosivas, y rebeldía.
Cambios en el estado de ánimo: aumentan los miedos, la tristeza, los enojos, y aparecen síntomas de ansiedad.
Alteraciones corporales: miedos nocturnos, pesadillas, y alteraciones en la alimentación.
Es sumamente importante explicar e informar lo que está sucediendo generando un afrontamiento positivo; no hay que centrarse en que no se puede salir, pero sí se debe hacer hincapié en que al quedarse en casa nos estamos cuidando entre nosotros y al resto de las personas.
Consejos para aplicar durante los extensos períodos de permanencia en casa:
Evitar la sobreinformación: no estar todo el día con la televisión encendida viendo noticias o manteniendo conversaciones sobre la pandemia.
Planificar rutinas: organizar el día con distintas actividades estableciendo una rutina diaria para equilibrar el uso del tiempo y sin sobrecargar con tantas propuestas que exijan nuevos aprendizajes.
Limitar el uso de pantallas: emplearlas como herramienta para mantenerse unidos con los seres queridos, y cuidar el tiempo de exposición a los juegos que conllevan el uso de una pantalla.
En cuanto a las iniciativas que se pueden concretar en los hogares, se sugieren las siguientes:
Emplear las plataformas educativas para desarrollar las tareas escolares.
Usar los recursos digitales, tales como: páginas web de museos interactivos, libros, sitios web con actividades, entre otras opciones.
Fomentar la creatividad a través de actividades manuales.
Generar distintos juegos cooperativos que se conviertan en actividades familiares.
Realizar las tareas del hogar haciendo partícipes a las personas con TEA.
Y, fundamentalmente, transmitir tranquilidad.