La Justicia remitió a la cárcel a un hombre de 41 años de edad, por tres delitos de estafa.
El sujeto prometía alquileres y cobraba adelantos económicos a los inquilinos pero los negocios nunca se concretaban.
Después de varias indagatorias, confesó que en algunos casos concurría a las inmobiliarias para mirar las carteleras de alquileres y sacaba datos que después usaba para estafar a sus eventuales clientes.