Un usuario en redes sociales reveló una realidad poco conocida: dentro del basurero municipal de Maldonado existe un verdadero “mercado escondido”.
Al llegar al lugar, se puede ver un cartel que indica dónde deben ser arrojados los distintos tipos de desechos. A simple vista, se observan máquinas trabajando para organizar los residuos. Sin embargo, al adentrarse un poco más, aparece otro mundo: el de los recolectores que encuentran en la basura una oportunidad de vida.
Allí, todo lo que para muchos es desecho se transforma en un recurso. Electrodomésticos, herramientas, piezas de vehículos e incluso antigüedades se rescatan, reacondicionan y se ponen a la venta. Se trata de un mercado informal que sostiene a muchas personas día a día.
Los recolectores viven de lo que encuentran, trabajan con lo que otros desechan y, en medio de la precariedad, generan un circuito económico.