El hombre, de 34 años de edad, molió a golpes a su pareja en febrero. Le causó lesiones muy graves. Se radicó la denuncia y por alguna razón que las autoridades no explican, sólo se lo hizo comparecer el miércoles pasado en un juzgado. Fue procesado, pero sigue libre y con prohibición de acercarse de nuevo a la mujer, informó la policía.
La agredida fue trasladada el martes 25 de febrero al hospital local. Llegó con pérdida de conocimiento. El diagnóstico de ingreso al nosocomio indicaba: “víctima de agresión, traumatismo encéfalo craneano con pérdida de conocimiento, múltiples golpes de puño a nivel de macizo facial, edema de labio superior, dolor a la palpación de maxilar superior izquierdo”.
El diagnóstico agregó que “se le realizó TAC (tomografía computada) de cráneo y macizo facial que mostró fractura de hueso nasal”.
La suegra de la damnificada radicó entonces la denuncia de lo ocurrido. Dijo que el acusado. D.F.L. (iniciales de nombre y apellidos), de 34 años de edad, carente de antecedentes penales, era la pareja de su hija.
Que ese día se suscitó un incidente que encolerizó al agresor, quién la emprendió a golpes contra su propia pareja.
Pasaron nueve meses y medio hasta que D.F.L. fue puesto ante un juzgado en lo Penal. Ocurrió este miércoles 10 de diciembre.
El magistrado a cargo dispuso entonces el procesamiento de D.F.L. como autor de un delito de lesiones graves intencionales, pero no lo envió a cumplir con prisión preventiva, pese a la gravedad de la agresión imponiendo su superioridad física.
A cambio de la pérdida de libertad, D.F.L. fue advertido que no puede volver a acercarse a su ex pareja a menos de 100 metros, ni mantener contacto alguno con ella por ningún medio, mientras dure el proceso actual.