R.C. fue detenido con su pareja, L.C. por viajar en moto a alta velocidad. El intento de detención derivó en persecución. Al ser capturado se comprobó que llevaba alto contenido alcohólico en sangre. Se detuvo a ambos para ir a la comisaría, pero la emprendieron a patadas con el patrullero. Ahora él está preso, y ella procesada pero sigue libre, informó un portavoz policial.
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WhatsAppLa moto en la que viajaban R.C. y L.C. fue vista días pasados por los efectivos de un móvil policial que realizaban patrullaje preventivo por Maldonado Nuevo.
Llamó la atención de los policías la velocidad a la que viajaban esas dos personas en la moto. Decidieron cortarle el paso para que explicaran su urgencia que violaba las normas de circulación.
R.C., lejos de detenerse, cuando recibió la orden de hacerlo aplicó la máxima aceleración a la moto e inició una huida.
Los ocupantes del móvil policial se dispusieron a perseguir la pareja. Uno de los efectivos pidió apoyo. Concurrieron móviles de la Seccional 1ª de Maldonado y del cuerpo de Radio Patrulla.
Cuando consiguieron encerrar al motociclista y hacerlo detener le sometieron a una espirometría en el lugar, un examen del nivel de alcohol en sangre captado por el aliento de indagado en una pipeta que conecta a un dispositivo electrónico.
El resultado dio que no solo volaba en velocidad, sino también en graduación alcohólica en sangre. Lo segundo seguramente se convirtió en combustible de lo primero.
Así que ya había sobrados motivos para detenerle en averiguación. Se procedió a acondicionar a la pareja en la parte trasera de uno de los móviles policiales. Ese lugar oficia como una verdadera celda: de afuera no presenta particularidad alguna, pero es imposible abrirla desde el interior.
A LAS PATADAS
Los detenidos, mientras eran conducidos a la comisaría, manifestaron su descontento con lo que estaba pasando. La emprendieron a puntapiés contra los laterales y la reja interior que separa de los efectivos policiales. Causaron daños diversos al vehículo.
Con este cúmulo de infracciones fue alertado el juez en lo Penal de 2º turno. El magistrado ordenó el traslado de la pareja a su despacho cuando se les hubiese pasado un poco el alcohol en sangre.
Sometidos a interrogatorios sobre lo ocurrido, el juez entendió que tenía elementos suficientes como para determinar el procesamiento de ambos por haber cometido un delito de atentado especialmente agravado.
A R.C., que ya poseía antecedentes penales, se le tipificó también la comisión de un delito de daño especialmente agravado en reiteración real. Esto indica que fue el que más pateó el patrullero. A L.C. no se le privó de la libertad mientras se completa la etapa judicial.
17 May 2024
23:00
