La Fundación Meñique distribuye cascos artesanales para pacientes oncológicos que inician quimioterapia. La iniciativa, liderada por Camila Taño, busca preservar el cabello y brindar contención durante el tratamiento.
Desde la Fundación Meñique, Camila Taño encabeza una propuesta que recorre el país: cascos de enfriamiento capilar que permiten a pacientes oncológicos conservar el pelo durante la quimioterapia. Los dispositivos se entregan sin costo y deben utilizarse desde la primera sesión del tratamiento.
La terapia de enfriamiento capilar es conocida a nivel internacional, pero hasta hace pocos años no existía en Uruguay. Camila atravesó un cáncer hace 9 años y perdió el cabello. Esa experiencia personal fue el motor del proyecto. “Tenía el deseo de poder traerla a nuestro país; en Uruguay no existía en ese momento”, recordó en la Contratapa de la Revista de FM GENTE.
El mecanismo es simple pero preciso. “A través del casco, lo que se hace es congelar el cuero cabelludo: el folículo piloso se contrae y la medicación ingresa en menor medida a cada folículo”, detalló. Por eso es fundamental iniciar el uso del casco desde la primera aplicación de quimioterapia.
“Al principio, llevar a cabo esto fue duro. Pero hoy, llegan recomendados por los propios médicos”, destacó.
Los cascos son de fabricación artesanal y llegan de forma gratuita a cualquier punto del país. “Es mucho más que lo estético. Influye directamente en el organismo y en cómo enfrentamos la enfermedad”, subrayó.
Para acceder a los cascos, el contacto es el 099344818 o en redes sociales bajo el nombre Quimio con pelo.